1) La desaceleración de la economía de China, lo cual ha generado temor
en todo el mundo y caída de las bolsas de valores en todo el planeta. Para
evitar su caída, China está intentando vender su inmensa producción a precios
subsidiados en todo el mundo, como ocurre por ejemplo con el acero, lo cual le
ha pegado a empresas mexicanas como Altos Hornos y De Acero.
2) Estados Unidos vive un auge petrolero nunca antes visto. Esto significa que
ya no necesitan el petróleo de los demás países. A menor demanda, menor
precio de venta.
3) Irán regresa a la escena. A ésta menor demanda de petróleo, habrá
que sumarle que Irán “se ha portado bien” en los últimos años, por lo que
Estados Unidos y sus aliados le levantaron las sanciones, permitiéndole vender
nuevamente su petróleo en todo el mundo.
4) La fortaleza de Estados Unidos. Los analistas económicos dicen que no es
que el peso se haya debilitado, sino que el dólar se ha fortalecido. Para efectos
prácticos es lo mismo. El dólar está cada día más caro en México.
5) El endeudamiento y la falta de crecimiento. México se sigue endeudando
cada día más, y no consigue crecer al ritmo que se esperaba. Esto es como si
usted cada día debiera más, y cada día ganara menos. ¿Con que diablos va a
pagar?
ALGUNAS CAUSAS DE LA CRISIS
EL HERALDO DE SALTILLO
| Viernes 22 de Enero de 2016
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Los países emergentes
(México entre ellos) deben estar preparados para una crisis potencialmente severa y de consecuencias violentas,
debido a los estragos que pudiera causar el retiro de las políticas monetarias no convencionales en países ricos y la desaceleración de China”
Agustín Carsten, gobernador del Banco de México
mexicano. Hasta ahora se ha podi-
do capotear gracias a las coberturas
adquiridas por la Secretaría de Ha-
cienda, los impuestos a las gasolinas
y algunos recortes en el gasto públi-
co, fundamentalmente en las inver-
siones. El año que entra, sin embar-
go, el Estado tendrá un enorme reto
financiero. Explico por qué.
Todo indica que los bajos
precios del petróleo seguirán por un
buen tiempo, por lo menos lo que
resta del año. Incluso es posible que
disminuyan más en la medida en
que Irán se integre al mercado inter-
nacional de exportación de crudo.
Ahora bien, el petróleo re-
presentó 21% de todos los ingresos
públicos para este 2016 por lo que,
una caída de 40% en el precio asegu-
rado de los hidrocarburos, represen-
taría una caída de alrededor de seis
por ciento en los ingresos disponibles
totales para el año que entra.
¿Qué va hacer el gobierno
frente a este enorme desafío en sus
finanzas?
Podría, desde luego, con-
tratar más deuda. Pero este gobier-
no ha venido agotando esta opción.
Durante los tres primeros años del
sexenio le han metido duro a la
tarjeta de crédito: han endeudado
al país en un monto equivalente al
diez por ciento del Producto Interno
Bruto (PIB). Es una barbaridad de
dinero que ha llevado a que la deu-
da pública nacional alcance ya un
valor de 47 puntos del PIB, medido
en Saldos de los Requerimientos Fi-
nancieros del Sector Público. El pro-
blema es que, si en 2017 el gobierno
de Peña sigue endeudándose, corre
el riesgo de perder credibilidad en
los mercados internacionales: había
prometido una reducción del déficit
y la deuda durante los últimos tres
años del sexenio. Además nos esta-
mos acercando a una cifra de en-
deudamiento en la que países emer-
gentes como el nuestro comienzan a
generar dudas sobre su solvencia. En
suma, la opción de más deuda pon-
dría en peligro algo muy valioso: la
estabilidad macroeconómica.
Supongamos, entonces, que
el gobierno no se endeuda más. Le
quedarían tres opciones. La primera
es seguir recortando las inversiones
públicas. Pero este rubro ya está en
sus mínimos históricos desde 1939.
Volver a ajustarlo sería una pésima
noticia: profundizaría las grandes
carencias de nuestra infraestructura.
La segunda opción es in-
crementar los impuestos. Hacienda
seguramente seguirá cobrando altos
tributos a las gasolinas una vez que
se liberalice su precio el año que vie-
ne. Dudo que alcanzarían para ta-
par el boquete de la caída de 6% en
los ingresos en 2017. También dudo
que Peña y Videgaray suban otros
impuestos un año antes de la elec-
ción presidencial.
Queda, entonces, la últi-
ma alternativa: disminuir los gastos
corrientes del gobierno. Mi amigo y
colega Macario Schettino argumen-
ta que en este rubro tampoco hay
mucha tela que recortar. Tiene ra-
zón que gran parte del gasto es para
pagar la nómina de los maestros,
doctores, enfermeras, policías, sol-
dados y marinos. Los demás gastos
resultan “marginales”. Yo creo, en
cambio, que en esta “marginalidad”
se pueden encontrar buenos ahorros.
Y si no, pues me temo que tendrán
que subir impuestos, endeudar más
al país y/o recortar inversiones. En
cualquier caso, la caída de los pre-
cios del petróleo está generando una
crisis fiscal nada fácil de resolver”
GRIS PANORAMA
Este análisis nos enseña
un poco de lo que viene: recortes de
empleos tanto en el sector público
como en el privado; cierre de em-
presas; menos inversión por parte
del gobierno, lo cual repercute en
un rezago para el país. Nada que no
hayamos vivido antes, pero que no
quisiéramos volver a vivir.
(EL HE-
RALDO)