8
EL HERALDO DE SALTILLO
|
Viernes
18 de Noviembre
de 2016
0
0
0
TORMENTA PERFECTA EN EL PAN
A LA BÁSCULA
RUBÉN OLVERAMARINES
JULIÁN PARRA IBARRA
Que no se meta a la cocina
Decían los antiguos que ‘al
que no le guste el calor, que no se
meta a la cocina’, en alusión a que
si había algo que a una persona le
desagradaba, no tuviera cercanía a
ese ‘algo’, y esto viene a colación por
la comezón generada en la delgada
y delicada piel de Yezka Garza, la
titular de la Procuraduría de los Ni-
ños, Niñas y la Familia (Pronnif) en
Coahuila, tras la columna escrita por
nuestra compañera Jessica Rosales y
que se publica en este mismo medio,
titulada ‘No te rindas Ángela’.
En su escrito, la periodista
denunció la presunta intromisión
de la titular de la Pronnif para favo-
recer a una de las partes en un juicio
de divorcio, y darle la custodia del
hijo menor a los abuelos paternos,
situación de la que Ángela, la madre
del niño, se enteró hasta que éste ya
no regresó a casa luego del tiempo
acordado con el juez de la causa, para
la convivencia padre-hijo.
Como suele suceder en
muchos de estos casos, las personas
aludidas solicitan su derecho de ré-
plica para argumentar y documentar
–como dirían los abogados-, lo que
a sus intereses convenga. Así, Jessica
respondió sin ambages la llamada de
la titular de la Pronnif, quien le soltó a
boca de jarro: “¿Quién te crees tú para
opinar sobre este caso y desacreditar
a la Proniff?”.
Hacemuchos, peromuchos
años que en este país dejó de haber
temas tabú y, que yo recuerde de las
últimas figuras que en México eran
‘intocables’ fueron la del Presidente
de la República, el Ejército, y la Vir-
gencita de Guadalupe. Hoy todos
los temas y todas las figuras son
cuestionables.
Este mundo, este país y este
estado son otros en relación quizá a
todavía una década atrás. Hoy todo
mundo estamos metidos en una caja
de cristal, incluidos los medios de
comunicación que durante mucho
tiempo también fueron considerados
–y se consideraban a símismos como
intocables-, con mayor razón los
funcionarios públicos de cualquier
nivel comenzando por el Presidente
de la República.
¿Quién es Jessica Rosales
para opinar sobre este caso y –en la
opinión de Yezka Garza- desacre-
ditar a la Pronnif? Una ciudadana
inteligente, pensante, cuestionadora,
crítica que decide hacer uso de los de-
rechos que le otorga la Constitución,
así de simple. Independientemente
de la actividad a la que se dedique,
tiene todo el derecho de cuestionar
a las instituciones que –junto con los
funcionarios- se mantienen gracias
al pago de los impuestos que ella
comomuchos coahuilenses, muchos
mexicanos, pagamos religiosamente
a Lolita.
¿Se imagina a AurelioNuño
reclamándole a la niña que le ense-
ñó la pronunciación correcta de la
palabra leer? Que tras la corrección
le hubiera espetado “¿Y tú quién eres
para corregirme y desacreditarme
como secretario de Educación, si
apenas eres una niña de prima-
ria?” ¿Y quiénes son los ciudadanos
mexicanos –independientemente
de la actividad a la que se dediquen,
sean o no periodistas- que opinan y
cuestionan las acciones que realiza
como presidente deMéxico, Enrique
Peña Nieto?
¿Y quiénes son los habi-
tantes del estado de Veracruz para
opinar –y peor, a cuestionar- sobre
el periodo de Javier Duarte, y ‘desa-
creditarlo’ como gobernador de aquél
precioso Estado? ¿Y quiénes son los
millones demexicanos que opinan–y
cuestionan- una elección de un país
que no es el suyo ‘desacreditando’ al
próximo presidente de la naciónmás
poderosa del mundo?
Son ciudadanos con todos
los derechos vigentes, ciudadanos
pensantes, inteligentes, críticos,
como lo es Jessica Rosales y eso,
YezkaGarza, es suficiente para opinar
de éste y de cualquier otro caso. Y si
en tu calidad de funcionaria conside-
rabas que se había dado un exceso, en
esa llamada debiste haber solicitado
tu legítimo derecho de réplica para –
como dicen los abogados hoy en día-
‘desvanecer’ los señalamientos, pero
siempre documentando cada una de
las precisiones que se quisieranhacer.
Finalmente ese intento de
intimidación, generó una reacción
totalmente adversa a la que pretendía,
de acallar a la periodista. El efecto fue
totalmente contrario porque hubo
cualquier cantidad de manifestacio-
nes de apoyo y solidaridad a nuestra
compañera, provenientes desde los
más diversos gremios, incluyendo
organizaciones de periodistas.
Por eso nuestra insistencia
de que al que no le guste el calor, que
no se meta a la cocina. Y si no nos
gusta estar bajo el escrutinio de la
sociedad, de los medios, lo mejor es
alejarse de la función pública, porque
en este como enmuchos casos que no
se camine con la rectitud que se debe,
siempre habrá algún ángulo desde el
que se aprecie y se denuncie. Porque
hoy, todos estamos metidos en una
caja de cristal, todos sometidos al
escrutinio de la sociedad, al cuestio-
namiento, a la crítica. Por fortuna.
laotraplana@gmail.com
@JulianParraIba
Cuando la navegación del
PAN en Coahuila transcurría tran-
quila, sin sobresaltos, rumbo a la
elección de 2017, sucede lo ines-
perado: la presencia simultánea de
dos huracanes, ambos, a decir de las
recientes encuestas, de proporciones
similares. Me refiero a
Guillermo
Anaya
e
Isidro López
, cuyo enfren-
tamiento está a punto de desenca-
denar lo que los ‘meteorólogos’ de
la política identificarían como una
‘tormenta perfecta’.
El inconveniente es que en
el PAN, después de la tempestad no
llega la calma.
Los apellidos —Anaya y López—
chocaron desde que el segundo
decidió competir por la alcaldía de
Saltillo. En ese momento, el panis-
mo de La Laguna entendió que si
Isidro López ganaba la contienda, se
convertiría en un verdadero dolor
de cabeza para las aspiraciones de
Guillermo Anaya, Luis Fernando
Salazar, Marcelo Torres, o cualquier
otro panista lagunero que aguarde
gobernar Coahuila.
Isidro López
logró romper
el consenso que existía al interior de
Acción Nacional respecto a la figura
de
Guillermo Anaya
como la única
alternativa capaz de enfrentar a la
maquinaria priista de los Moreira o
del grupo que tome el control del PRI
coahuilense en los próximos meses.
Para los cercanos al saltillense, el
lagunero tuvo su oportunidad hace
cinco años; en cambio, un importan-
te grupo de empresarios y ciudada-
nos —la mayoría saltillenses— que
observan en la figura de Isidro López
la opción del PAN para pelearle a los
tricolores la gubernatura, presumen
que es un buen momento para que
un empresario, sin gran trayectoria
política, gobierne Coahuila.
El primer convencido de
este encomio es el propio Isidro
López, de ahí que él mismo y sus alle-
gados entonan el “caballo que alcanza
gana” cuando, en algunos sondeos, el
empresario se aproxima al abogado
lagunero. Frente a la estructura bu-
rocrática del PAN coahuilense, que
en sumayoría comulga conAnaya, el
saltillense emplea el plural cuando se
refiere al proceso interno de su parti-
do “…hemos seguido trabajando los
seis aspirantes…” Pero las formas se
esfumarán pronto. En unas cuantas
semanas el “nosotros” se converti-
rá en un firme “yo”. Isidro parece
tomar vuelo, confianza, incluso le
está invirtiendo, siente que rasguña,
que araña de candidatura; pretende
terminar con el dominio lagunero
en las candidaturas del PAN de las
últimas tres elecciones.
Sin embargo, para beneplá-
cito de los analistas, en esta elección
el PAN navegará sobre aguas en
donde un huracán de categoría 4
está a punto de estrellarse con otro de
categoría 5. PorqueGuillermoAnaya
—viejo lobo de mar— juzga que el
PAN tiene ante sí una oportunidad
inigualable —las encuestas así lo
indican—para competir con ventaja
por la gubernatura de Coahuila. Jala-
rá con todas sus fuerzas de la cuerda
para inclinar la balanza a su favor. El
ex alcalde de Torreón considera que
no es momento de otorgar ventaja al
PRI; tenga usted por seguro que ni
siquiera un breve instante ha pasado
por su mente la idea de otorgarle
a Isidro López la candidatura, hoy
menos que nunca.
Una calma aparente es-
conde el carácter territorial, grupal,
incluso generacional del PAN en
Coahuila; un abanico de tonalida-
des, azul celeste, azul marino, azul
verdoso, etc., etc., coexisten, pero no
conviven, al interior del organismo
político.
La tormenta se aproxima.
La lógica del encasillado, del rompi-
miento, del “prefiero que gane otro
a que lo haga mi adversario interno”,
dibuja relámpagos y centellas en el
horizonte panista. Entre más se ex-
tienda la tensión de esta lógica, más
le costará a Acción Nacional volver
a la calma. Y Ricardo Anaya que no
se decide.
Tu Opinión:
olveraruben@hotmail.com