A LA BÁSCULA

Señales

Los resultados de las elecciones de Coahuila y el Edomex de este domingo, creo que deben ser analizados con una gran minuciosidad, por el resultado mismo de las contiendas, pero de cara a la elección presidencial del año entrante. Se quiera o no aceptar, cada uno de estos dos procesos arrojó sorpresas, si bien no hubo modificación en quienes resultaron triunfadores, Manolo Jiménez y Delfina Gómez.

Algunas de las variantes que los especialistas en la materia advertían previo al día de la jornada electoral, era el papel de los gobernadores en cada una de las dos entidades, así como la popularidad del presidente en estos territorios. Se decía incluso que sería una prueba en la que los ciudadanos calificarían en trabajo realizado, así como el ‘humor social’ que éste despertara en ellos.

En el Edomex, se decía, y se sigue considerando que la alta popularidad del presidente jugaría —jugó— un papel determinante, amén de lo gris de su mandatario Alfredo del Mazo, de quien desde hace ya un buen tiempo, se especula que habría ‘entregado’ el estado a Morena a cambio de impunidad y la correspondiente embajada con las que hoy se estila ‘premiar’ a los que fueron gobernadores priistas, y en los que ha ganado Morena. Incluso, a nivel memes pero al final del día es una verdad de a kilo, que hoy el PRI tiene más embajadas que gubernaturas.

Puede ser que en el estado más poblado del país hayan jugado un papel determinante, amén de que las dirigencias de los tres partidos que propusieron a Alejandra del Moral —Alejando Moreno, del PRI; Marko Cortez, del PAN; y Jesús Zambrano, del PRD— son personajes tan innombrables, que en vez de sumar, restan puntos a sus candidatos.

En Coahuila, la calificación del gobernador Miguel Ángel Riquelme sigue siendo la más alta de los actuales mandatarios de todo el país, y sin duda su trabajo fue un ingrediente con su peso específico, aunque el nivel de popularidad del presidente no es tan mala, cercana al 50 por ciento, lo que no se vio reflejado en el resultado de las elecciones.

Lo sorpresivo de los resultados de la elección del pasado domingo en que en el Edomex, si bien Morena se llevó la gubernatura, no fue por un margen tan amplio como el que decían las casas encuestadoras ni lo que esperaban los morenistas. Delfina Gómez ganó apenas por 8.31 de diferencia a Alejandra del Moral, es decir, ni siquiera se llegó a los dos dígitos, y menos a los 20 y hasta 30 puntos que se presumían y esperaban.

Acá en nuestra entidad lo sorpresivo fue el elevado número de votos obtenido y la contundencia del triunfo de Manolo Jiménez, quien alcanzó 741 mil 731 votos, las cifras más altas con la que haya llegado candidato alguno a la gubernatura de Coahuila, con 35.45 por ciento de ventaja sobre su más cercano perseguidor, el morenista Armando Guadiana Tijerina, y de los demás mejor ni hablemos.

Según se ve, los ciudadanos hartos de las mentiras de muchos políticos han aprendido a mentir a las casas encuestadoras, y orientan el sentido de su voto en una dirección distinta a la que le dicen a las encuestadoras, lo que no dice que no son del todo creíble los promedios de popularidad que muchos tienen de cara a la elección del 2024, por lo que podrían darse importantes sorpresas.

 

 

 

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulanParraIba

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
Otros artículos del mismo autor