Ciberseguridad para todos: la diferencia entre hackers éticos y hackers maliciosos

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En el mundo digitalizado de hoy, la seguridad en línea es esencial. Los hackers, a menudo retratados en películas y series de televisión como genios malévolos del crimen, pueden ser una amenaza significativa. Pero, ¿sabías que no todos los hackers son malos? De hecho, hay hackers que trabajan en el lado de la ley. Estos son los llamados “hackers éticos”.

Un hacker ético es un profesional de la seguridad informática que utiliza sus habilidades y conocimientos para ayudar a las empresas y organizaciones a mejorar su seguridad en línea. Ellos simulan ataques contra sistemas informáticos, redes y aplicaciones para detectar debilidades que podrían ser explotadas por hackers malintencionados.

Luego, informan estas vulnerabilidades a la organización y les ayudan a fortalecer su seguridad. Es como un guardia de seguridad digital que revisa las cerraduras y los sistemas de alarma para asegurarse de que funcionan correctamente.

¿Qué es entonces un hacker malicioso?

Por el contrario, los hackers maliciosos, también conocidos como “black hat” hackers, utilizan sus habilidades con intenciones dañinas. Estos individuos violan la seguridad informática con el fin de robar información, cometer fraudes, interrumpir servicios o simplemente causar daño.

Entonces, ¿qué diferencia a un hacker ético de un hacker malicioso? A pesar de que ambos poseen habilidades similares y a menudo utilizan las mismas técnicas, la diferencia – según explican en Cibernota, uno de los mejores blogs en ciberseguridad, radica en sus intenciones y en cómo utilizan sus habilidades.

Los hackers éticos utilizan sus habilidades para mejorar la seguridad y proteger la información, mientras que los hackers maliciosos las utilizan para violar la seguridad y dañar a otros.

¿Qué formación tienen los hacker éticos?

Adentrarse en el mundo de los hackers éticos no es tarea de un día para el otro. La ruta hacia esta profesión comienza con una sólida base en informática, lo que puede ser adquirido a través de estudios formales en informática, seguridad de la información, o campos relacionados. Además, obtener certificaciones como la de «Certified Ethical Hacker» (CEH) otorgada por el Consejo Internacional de Consultores de Comercio Electrónico (EC-Council), es altamente valorado en la industria.

Los aspirantes a hackers éticos también deben dedicar tiempo a aprender y practicar habilidades específicas de hacking, y muchos de ellos lo hacen en forma autodidacta.

Estas pueden incluir codificación, comprensión de redes y sistemas operativos, así como la capacidad para pensar como un hacker malintencionado, pero siempre actuando dentro de los límites éticos y legales.

Además, es vital mantenerse actualizado con las últimas amenazas y vulnerabilidades en ciberseguridad, así como con las herramientas y técnicas utilizadas para combatirlas. Los hackers éticos son esencialmente aprendices de por vida en un campo que está en constante evolución. Finalmente, pero no menos importante, los hackers éticos necesitan habilidades interpersonales y de comunicación, ya que a menudo trabajan en equipos y necesitan explicar sus hallazgos a personas no técnicas.

En resumen, el trabajo de un hacker ético es esencial en el mundo digital de hoy. Ellos son los guardianes silenciosos que ayudan a mantener seguras nuestras redes y sistemas informáticos. Al mismo tiempo, es crucial entender que no todos los hackers son iguales, y que la verdadera diferencia entre un hacker ético y uno malicioso radica en cómo utilizan sus habilidades.