A LA BÁSCULA

Así o más claro 

Todas las invitaciones, y posteriormente casi súplicas o ruegos del líder nacional de Morena, Mario Delgado, al candidato del PT a la gubernatura de Coahuila, Ricardo Mejía Berdeja, para que declinara en favor del aspirante morenista Armando Guadiana Tijerina, al ser desdeñadas por el ‘acapulqueño’, se tradujeron en un tajante mensaje del presidente para deslindarse de quien se autonombra el tigre.

Luego de que se considerarse ya como nula la posibilidad de una declinación de Mejía, López Obrador ha dicho que solo para aclarar, no tiene ninguna relación con Ricardo Mejía.

“Aquí estaba con nosotros y se fue sin decir adiós. Y no quiero, eso lo puedo decir sin que me vaya afectar, no quiero que se use mi nombre porque no tengo relación con él. Así de claro”.

López Obrador pues, reiteró que el abanderado petista se fue como las chachas, por la puerta de atrás y sin decir adiós, por lo que consideró como un acto de deshonestidad, el que “esté utilizando mi nombre para una campaña, cuando no tengo relación”.

A lo largo de su campaña, Mejía Berdeja ha venido insistiendo que él representa la famosa ‘cuatroté’, y le disputa esa posición a Armando Guadiana Tijerina, que también se dice ser el abanderado de la ‘cuatroté’, porque dice que esa representación no la hay más que en Morena.

Ricardo rechazó en todo momento la posibilidad de declinar en favor de Guadiana. Su posición es que debería ser a la inversa, que Guadiana fuere el que declinara en favor de su candidatura, pero ya está visto que las posiciones son irreconciliables y no va a suceder ni lo uno ni lo otro, lo que irremediablemente condenará a que este 4 de junio, el voto de los partidos que se dicen ‘de izquierda’ quedará fragmentado, lo que al final del día terminará por facilitar la llegada de Manilo Jiménez Salinas a la gubernatura coahuilense, y sin mayores sobresaltos.

Dicen los que saben que la máxima aspiración de Mejía Berdeja, porque sabe que ni yendo a bailar a Chalma le alcanzaría para una eventual victoria, es rebasar a Guadiana y terminar la contienda en segundo lugar –aunque muy lejos del puntero-, sólo para que le quede el orgullo de poder restregar a los morenistas que se equivocaron en darle la candidatura a Guadiana, y que él debió haber sido ‘el bueno’, pero el propio López Obrador le reiteró que se tenían que respetar los respetar los resultados de los métodos elegidos para la elección de los candidatos.

Desde que Morena definió su candidatura en Coahuila y Ricardo Mejía le jugó al renegado y se postuló por el PT, en este espacio siempre dijimos que iba a terminar por ocurrir algo similar a lo que el año pasado sucedió en Durango, donde la designación de Marina Vitela como su abanderada propició una ruptura total con el senador José Ramón Enríquez –con la diferencia que en Durango éste sí había ganado la encuesta-, que Mario Delgado nunca supo resanar.

Pero además en Durango se añadieron otras circunstancias, como la imposición de la propia Marina, de la candidatura a la alcaldía de Gómez Palacio, que le abrió otro frente con el candidato natural, Omar Castañeda, lo que aumentó el conflicto interno, y el partido del presidente no solamente perdió los 20 puntos con los que arrancó a la punta el proceso electoral, sino que en la elección terminó perdiendo por más de 15 puntos, equivalentes a más de 100 mil votos.

A lo mejor con circunstancias distintas, pero los pleitos internos, que desde el primer momento Mario Delgado fue incapaz de resolver, volverá a llevar a Morena a sufrir una derrota muy similar en los porcentajes de votos, porque si bien la desventaja con la que arrancaron las campañas en Coahuila estaban dentro de un margen de remontable, con el paso del tiempo y la crecida de los pleitos entre Ricardo Mejía y Armando Guadiana, han terminado por abonar –sumado por supuesto a una campaña seria, y de propuestas-, a que lo que se espera para el día de la elección, Manolo Jiménez Salinas logre una victoria de entre los 15 y 20 puntos porcentuales, con el número de votos que ello signifique, pero será un resultado contundente.

Siempre lo dijimos, que en Coahuila los morenistas estaban sacando una copia al carbón de lo ocurrido en Durango, y no sé ve por dónde puedan evitarlo, y en gran medida lo deben de agradecer al capricho de Ricardo Mejía Berdeja, a quien hoy el presidente ya no quiere ver ni en pintura.

 

laotraplana@gmail.com

@JulianParraIba

 

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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