Debe abandonarse la hiperglobalización para superar la crisis mundial

 

Gabriel Porcile afirmó que el “enjambre” de problemáticas requiere abordaje articulado y discusión de sus interacciones

Ciudad de México.- El mundo se encuentra en una “catarata de crisis” que impacta a la economía global, derivada de la pandemia, el conflicto entre Ucrania y Rusia, así como el trance financiero de 2008 a partir del cual el producto interno bruto y las exportaciones globales dejaron de incrementarse.

El Oficial de Asuntos Económicos de la División de Desarrollo Productivo y Empresarial de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de la Organización de las Naciones Unidas, Gabriel Porcile, afirmó lo anterior y enumeró las tres crisis simultáneas interrelacionadas que afectan al orbe:

“El más lento crecimiento de la economía global; los problemas de la desigualdad que se han agudizado, sobre todo en economías latinoamericanas; y el tema de la destrucción del medio ambiente, sobre el cual los científicos recurrentemente nos alertan”.

Al participar en la quinta edición del Seminario Internacional de Teoría y Política Económica (SITEPE) 2023: “Instrumentos de Política de Desarrollo Industrial e Innovación Tecnológica”, convocado por el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional, en colaboración con el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) y Young Scholars Initiative (YSI), Gabriel Porcile advirtió que ese enjambre de problemáticas, requiere “un abordaje articulado y la discusión de sus interacciones”.

En el Auditorio “Mtro. Ricardo Torres Gaitán” del IIEc, el doctor en Historia Económica por el London School of Economics, de Reino Unido, planteó que “sin educación y salud la capacidad de absorber la innovación es muy reducida; una política de bienestar social es una inversión también, no solo es gasto en salud y educación, sino tiene impactos en la productividad”.

Indicó que el crecimiento y la igualdad se refuerzan mutuamente, por lo que la segunda debe ser impulsada por políticas sociales que, a su vez, refuercen la acumulación de capacidades y la generación de empleos de más alta productividad.

El funcionario de la CEPAL, radicado en Uruguay, estimó que debe abandonarse la hiperglobalización y crear una nueva gobernanza basada en el multilateralismo, con mayor espacio para las políticas públicas. Además, cambios en los patrones de producción y el consumo, al igual que modificaciones radicales en la redistribución del ingreso.

El también maestro en Economía en la Universidad Estatal de Campinas, Brasil, explicó que se seleccionaron algunos sectores como los principales motores del nuevo estilo de desarrollo en función de su papel estratégico en las emisiones, la competitividad, el empleo y la salud:

“La transformación de la matriz energética con base en las energías renovables; la movilidad sostenible y los espacios urbanos; la revolución digital para la sostenibilidad; las industrias manufactureras para la salud; la bioeconomía, sostenibilidad basada en recursos biológicos y ecosistemas naturales; así como la economía circular; y el turismo sostenible”.

Al hacer uso de la palabra, el investigador del IIEc, y coordinador del SITEPE, Andrés Blancas Neria, subrayó que a partir de las crisis de 2008 y 2009, se evidenció una carencia de la teoría económica dominante, el llamado mainstream, por lo que uno de los objetivos del seminario fue cubrir la necesidad que se tiene en el ámbito del pensamiento económico y particularmente tratar de construir un nuevo paradigma.

Los convoco a ser parte de esta revolución científica que requiere la humanidad, la cual necesita propuestas distintas de política económica para un mundo mejor, que sirva para resolver los desafíos del crecimiento económico, la pobreza, la distribución de la riqueza y el problema ambiental que ahora se ubica como aspecto fundamental.

“Estamos convencidos que el desarrollo económico solo se logra a través de una política industrial, con todo lo que implica esto: distribución del ingreso, política económica, fiscal y monetaria”, finalizó. (UNAM)