CLAVE DE FA

Cárcel o Casa Blanca: ¿el futuro de Trump?

Hace algunos días, Donald Trump anunció en Truth Social, la red social con la que se comunica con sus seguidores, que sospechaba que la fiscalía del sur de Manhattan iba a detenerlo en los días siguientes. ¿Por qué sintió pasos en la azotea? Vamos por partes.

Resulta que en el 2016, cuando andaba en campaña, una actriz de películas de adultos llamada artísticamente Stormy Daniels ofreció a los medios contar que había tenido una relación extramarital con el entonces candidato y protagonista del reality show El Aprendiz. Hasta donde sabemos, el abogado de Trump, Michael Cohen, le dio a la actriz 130 mil dólares por su silencio.

Esto no es ilegal. El problema fue que aparentemente Trump le reembolsó a su abogado ese dinero bajo el concepto de honorarios por servicios legales, lo cual sería una falta administrativa menor, y a lo más le darían una multa. El problema es que esto ocurrió unas semanas antes de la elección, y si la fiscalía logra comprobar que ese dinero sirvió para ocultar información a los votantes, entonces habría delitos electorales que sí implican cárcel para el expresidente.

Y aquí está todo el centro del asunto. Si la fiscalía concluye que hay evidencias para aprehender a Trump, veríamos algo histórico porque sería el primer expresidente que le tomen la foto de arresto y huellas digitales. Pero sobre todo, porque afectaría el curso de la elección presidencial del 2024.

El arresto le daría a Trump motivos suficientes para victimizarse entre sus seguidores y construir una plataforma sólida para hacer campaña, aun enfrentando su proceso jurídico, que puede extenderse hasta después de la elección.

Lo interesante es que Trump trae otras acusaciones más fuertes que ni siquiera han sido contempladas en los cargos, como su responsabilidad en la toma del Capitolio el 6 de enero de 2021 o supuestos delitos de evasión fiscal. Pero en este punto, ya todo es una raya más al tigre.

Si lo arrestan, la radicalización del plano electoral será absoluta. La elección ya no se tratará de propuestas, ideologías, o resultados de gobierno. Los estadounidenses tendrán que decidir entre justicia o impunidad, dependiendo desde del bando que se mire. Y será la razón de mayor peso para salir a votar, especialmente para la base trumpista.

La liberación de una orden de aprehensión será el punto de no regreso: o Trump entra a la cárcel o es presidente de nuevo. Por eso dicen en política que cuando uno ve a un tigre: se huye o se le enfrenta a muerte, pero no se le jalan los bigotes solamente.

 

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael