PREGONERO | ¡A cuidar el monte!

A cuidar el monte

En los incendios forestales, don Agustín Gutiérrez, brigadista de la Secretaría del Medio Ambiente (SEMA), es un viejo lobo de mar, o –mejor dicho- de la sierra. Cada año el hombre, junto con su equipo de experimentados combatientes, están a la espera del llamado que se les haga para calzarse sus zapatos todoterreno, ponerse su casco y salir pico en mano para apagar los incendios que se presentan en nuestro estado.

La necesidad de especialistas en el combate al fuego ha llevado a autoridades de los diferentes órdenes de gobierno a contar con sus propios brigadistas, para estar siempre alertas y responder de inmediato.

Así como don Agustín se han forjado cientos de combatientes, como el experimentado Jorge Guerrero Salcido, el hombre que desde que empieza la ‘temporada de incendios’ no duerme una sola noche completa durante meses, pues es el que se las sabe de todas, todas, para coordinar el combate.

Cada año a las labores se suman también elementos del Ejército Mexicano, la Guardia Nacional, Bomberos de Saltillo, Profauna, Amigos de la Sierra, elementos de Protección Civil y de la Policía Ambiental de Saltillo, así como otras instituciones y voluntarios.

Coahuila también se ha distinguido por sumar de inmediato aeronaves al combate de los incendios, en primera instancia con helicópteros y cuando se hace necesario con la renta del DC-10 Air Tanker.

El problema, entonces, no es el combate al fuego, sino la prevención, y esa –querido lector- está en manos de quienes visitan la sierra. Por eso es que ahora, más que nunca, es urgente que tomemos cartas en el asunto y nos pongamos a cuidar el monte.

Gran parte del estado de Coahuila se encuentra viviendo una sequía intensa, los días sin lluvia se han acumulado y han provocado que en las serranías exista una cantidad considerable de vegetación seca que responderá cual gasolina ante cualquier chispa, por mínima que esta sea.

Y es que no precisamente los incendios inician con fuertes llamas, de hecho, la mayoría inicia con apenas una pequeña conflagración que, en contacto con el aire –sobre todo con esos ventarrones que se han estado presentando en estos días- terminan generando todo un desastre medioambiental que termina en hectáreas de arbolado y vegetación destruida.

Por eso la exigencia: NO tirar colillas de cigarro en carreteras; NO encender fogatas en la sierra; NO carnitas asadas cerca de vegetación (tampoco elotadas); NO tirar basura en la sierra (vaya, no deberíamos hacerlo en ningún sitio que no sea destinado para ello).

Solamente el año pasado se registraron en Coahuila 102 incendios forestales, cuando se registró la etapa más difícil (cuando sentíamos perder el Cañón de San Lorenzo), se combatían al mismo tiempo ¡12 incendios!

Fácil es criticar cuando los brigadistas se parten la madre en la sierra y las autoridades estiran el presupuesto para completar la renta de las aeronaves, pero poca acción se ve de los miles de especialistas en fuego de Facebook cuando se invita a sumarse a actividades de limpieza y prevención.

Por cierto, ojalá que también muy a tiempo la Comisión Federal de Electricidad empiece a darle mantenimiento a todos los transformadores que tiene en diversos puntos de las serranías, pues en muchas ocasiones han sido desperfectos en estos, los que terminan por provocar los incendios.

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.