Estudio revela que el Monte Everest ha conservado por años los gérmenes de los alpinistas

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Denver, Colorado.- Un estudio publicado este 16 de marzo en la revista ‘Arctic, Antarctic and Alpine Research’ reveló que las muestras microbianas expulsadas por los estornudos y tos de los alpinistas que han subido al Monte Everest, se conservan en el hielo de la montaña durante decenas de años.

Los científicos del Instituto de Investigación Ártica y Alpina de la Universidad de Colorado analizaron muestras de suelo del monte Everest y hallaron ADN microbiano asociado a seres humanos.

Los investigadores recolectaron muestras de suelo cerca del campamento del Collado Sur del Everest, un paso de montaña de unos 7 mil 900 metros de altitud, donde los alpinistas hacen una parada antes de intentar alcanzar la cima.

Steven Schimdt, autor del estudio y ecólogo de la Universidad de Colorado, explicó en un comunicado de prensa lo siguiente respecto a su investigación: “Hay una firma humana congelada en el microbioma del Everest, incluso a esa altura. Si alguien incluso se sonó la nariz o tosió, ese es el tipo de cosas que se pueden encontrar”.

Cabe señalar que los científicos recolectaron los microbios del alpinismo durante la expedición de National Geographic y Rolex Perpetual Planet de 2019, al Monte Everest.

Los investigadores pudieron identificar cepas de bacterias Staphylococcus y Streptococcus que comúnmente residen en nuestra piel y boca.

Sorprendentemente, los microorganismos estaban latentes y no habían muerto a pesar de las duras condiciones del clima en el lugar. De esta manera, el estudio reveló que los gérmenes de los visitantes pueden conservarse en el hielo de la montaña durante cientos de años. “Si alguien se ha sonado la nariz o ha carraspeado (en el lugar), eso es algo que se puede detectar”, dijo el investigador.

Además, el experto aseguró que este trabajo tiene implicaciones para la detección de vida potencial mucho más allá de la Tierra, en caso de que algún día los seres humanos pisen Marte u otros planetas.

“Podríamos encontrar vida en otros planetas y lunas frías”, aseguró Schmidt. “Tendremos que tener cuidado para asegurarnos de no contaminarlos con la nuestra”, agregó. (EL HERALDO)

 

https://www.tandfonline.com/doi/full/10.1080/15230430.2023.2164999