Científicos japoneses logran el nacimiento de ratones a partir de dos machos

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Tokio, Japón.- Investigadores de una universidad de Japón crearon óvulos a partir de células de ratones macho y demostraron que una vez fertilizados e implantados en ratones hembra, los óvulos pueden convertirse en crías aparentemente sanas y fértiles, según informó la revista científica ‘Nature’.

El enfoque, anunciado el pasado 8 de marzo en la Tercera Cumbre Internacional sobre Edición del Genoma Humano en Londres, aún no se ha publicado formalmente y está muy lejos de ser utilizado en humanos, pero es una prueba de concepto temprana para una técnica que plantea la posibilidad de una forma de tratar algunas causas de infertilidad, o incluso permitir embriones monoparentales.

“Este es un avance significativo con importantes aplicaciones potenciales”, dice Keith Latham, biólogo del desarrollo de la Universidad Estatal de Michigan en East Lansing.

Los primeros pasos de este avance se remontan a 2020 cuando el biólogo Katsuhiko Hayashi describió los cambios necesarios para que las células maduren en ovarios en un plato de laboratorio. Un año después, el investigador japonés demostró que podían reconstruir el ambiente de los ovarios de un ratón hembra para desarrollar óvulos que produzcan descendientes saludables.

A partir de estos dos desarrollos, Hayashi y su equipo comenzaron un proyecto para crear óvulos utilizando células tomadas de un ratón macho adulto. Primero se reprogramaron las células para crear células madre pluripotentes inducidas.

El grupo de científicos después crio estas células hasta descubrir que espontáneamente habían perdido su cromosoma Y, para luego, tratar las células con un compuesto llamado reversina y buscaron células que fueran femeninas a nivel cromosómico, es decir, con dos copias del cromosoma X. De ahí, los científicos introdujeron células madre pluripotentes a una señal genética para formar óvulos inmaduros. Después los fertilizaron usando esperma de un ratón y transfirieron el embrión resultante al útero de una hembra.

De los 630 embriones transferidos, solo siete lograron crecer hasta ser crías y adultos saludables y fértiles.

El especialista en bioética, Tetsuya Ishii expresó que a pesar de la practicidad que ofrece a futuro esta nueva tecnología, estas aplicaciones no solo requieren una mayor refinación técnica, sino también una discusión amplia acerca de las implicaciones sociales y éticas que tendrían. “No sé si este tipo de tecnología puede adaptarse a la sociedad humana” subrayó. (EL HERALDO)

 

https://www.nature.com/articles/d41586-023-00717-7