En espera ACNUR de recursos para concluir guardería para hijos de trabajadores y de refugiados en Saltillo

La encargada de la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Saltillo, Ana Lorena Galindo Cepeda, dio a conocer que el proyecto de edificación de la guardería para hijos e hijas de trabajadores y de personas refugiadas que construye dicha agencia en esta capital con la colaboración de la iniciativa privada, se encuentra en su última etapa y solamente se está en espera de los recursos para dotarla del equipamiento y mobiliario necesario para prestar el servicio.

Como se ha informado, dicha guardería, que representa un proyecto único en su tipo en México, atenderá en una primera etapa a 250 menores hijos de trabajadores y de personas refugiadas, además de que ocupará una superficie de 2 mil 300 metros cuadrados y dará empleo a cerca de 60 personas.

En entrevista, la funcionaria señaló que se requiere un monto cercano al millón de dólares para concluir en su totalidad esta obra, mismos que serán aportados por donantes privados pertenecientes a una red que apoya a la ACNUR en la puesta en marcha de este tipo de proyectos.

“Estamos ahorita esperando tener el recurso para finalizar el proyecto, la Agencia de la ONU para refugiados está muy comprometida con este ejercicio, ya estamos buscando los donantes para lograr este financiamiento. Esta es la última etapa, hay un tema de calendarización, está programado para que tentativamente se entregue la obra a finales de agosto o principios de septiembre, falta alrededor de un millón de dólares, porque es la finalización de la etapa más el equipamiento y mobiliario”, dijo Ana Lorena Galindo.

Reiteró que el tema de las guarderías es una necesidad muy latente en la región, dado que cada vez es mayor el número de familias que están buscando un lugar para sus hijos e hijas en uno de estos espacios a fin de poder vincularse a una oportunidad de empleo formal.

“Aquí el tema con el que nosotros nos topamos como ACNUR es que el tema de las guarderías cobró un valor muy significativo para las familias refugiadas, al no tener redes familiares con quienes dejar al cuidado a sus hijos e hijas, el contar con este tipo de espacios donde los menores reciban atención especializada y de calidad”, señaló la encargada.

“Son proyectos que nosotros conocemos como coexistencia pacífica que buscan beneficiar a la comunidad local o comunidad de acogida y obviamente también a las personas refugiadas, sin embargo, como requisito para los beneficiarios tienen que ser personas vinculadas a un empleo formal y que sean parte del compromiso que CANACINTRA tiene con las empresas que signan el convenio de colaboración”, agregó. (ÁNGEL AGUILAR)