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EL FUTURO DE RIQUELME 

Ubicado desde hace meses como el gobernador mejor evaluado en el país, y reconocido a nivel nacional por su exitosa estrategia de seguridad que se conoce ya como el “Modelo Coahuila”, a MIGUEL ÁNGEL RIQUELME le espera un futuro promisorio en la política si es que decide continuar en el servicio público una vez que concluya su mandato el 30 de noviembre de este año.

Riquelme va a concluir su mandato con 53 años recién cumplidos. Muy joven para pensar en el retiro. Por eso hay quienes lo ven como futuro líder nacional de su partido, el PRI, o como senador o diputado federal encabezando incluso la bancada del tricolor en cualquiera de las dos Cámaras.

El resultado de la elección de este año, en la que, de acuerdo con todas las encuestas que se han publicado el ganador será MANOLO JIMÉNEZ, será un punto más a su favor. En los últimos años, son pocos los gobernadores del PRI que han conseguido entregar la estafeta a uno de su mismo partido. Otros, en cambio, han optado por el camino fácil, entregando sus estados a la 4t sin oponer resistencia, a cambio de una embajada o un consulado en algún país lejano, donde nadie los moleste. Y lo más importante, a cambio de impunidad. Pero como Riquelme no trae cola que le pisen, ese tipo de acuerdo en lo “oscurito” no aplican para nuestro estado.

¿ABRAZOS, NO BALAZOS?

De los cuatro aspirantes a la gubernatura, el único que ofrece continuar con el exitoso modelo de seguridad en Coahuila es Manolo Jiménez. Los otros tres, ARMANDO GUADIANA, EVARISTO LENIN PÉREZ y RICARDO MEJÍA —al ser fieles seguidores y adoradores de AMLO—, estarían pensando implementar en nuestro estado la fallida estrategia de “abrazos y no balazos”, que ha provocado que, en 52 meses del gobierno de la 4t, 148 mil 474 persona hayan muerto víctimas de homicidios, el doble de los 75 mil 848 que murieron por esa causa en los primeros 52 meses del gobierno de FELIPE CALDERÓN, o un 52% que los 97 mil 419 que murieron en ese lapso de tiempo en la administración de ENRIQUE PEÑA NIETO.

Si algo apreciamos los coahuilenses es el alto nivel de seguridad del cual disfrutamos. Por eso es que repudiamos la estrategia de “abrazos y no balazos” de AMLO, porque ha demostrado que lo único que genera es un mayor índice de violencia. 

VA POR LAS PRERROGATIVAS 

El artículo 78 del Código Electoral de Coahuila marca que, “son causas de pérdida del registro de un partido político local, el no obtener en la elección ordinaria inmediata anterior, por lo menos el tres por ciento de la votación válida emitida en alguna de las elecciones para la gubernatura, diputaciones locales y ayuntamientos”.

En la boleta electoral, el nombre de LENIN PÉREZ va a aparecer dos veces, uno bajo las siglas de la UDC y uno bajo las siglas del Partido Verde. Luego entonces, para que estos conserven su registro estatal —y las millonarias prerrogativas que en tal caso les corresponden—, cada uno debe obtener el tres por ciento de la votación ya sea en la elección de gobernador  o en la de diputados locales.

El reto no es sencillo. De acuerdo con la mayoría de las encuestas, Lenin trae apenas un poco más de ese tres por ciento de intención de voto. Pero si la votación se divide entre UDC y Verde, a ninguno de los dos le alcanzaría para conservar el registro.

UDC, todos lo sabemos, no es un partido político sino un negocio familiar que vive precisamente de las prerrogativas. Por eso en esta elección Lenin no está jugando por la gubernatura —ese es un sueño que está muy lejos de sus alcances—. Lo que se juega es la subsistencia de su negocio y todos los beneficios económicos que esto implica…

SIN LIDERAZGO VISIBLE

Sin necesidad de traer “acarreados”, ni de repartir lonches ni frutsis, las mujeres en Saltillo lograron organizar una manifestación en la que participaron más de 10 mil de ellas, que se reunieron puntualmente a la hora que habían dicho, que comenzaron su marcha en el momento en que lo habían programado, y que concluyeron su protesta y se retiraron cada una por su lado tal como estaba planeado.

Lo más interesante es que no hay una cabeza visible o un liderazgo al que se le pueda atribuir la impecable organización de la marcha del 8M. ¿Cómo lo lograron? Esa es la pregunta que se tendrían que hacer muchos políticos, especialmente los de la 4t, que para juntar una cantidad similar de personas en sus mítines tienen que recurrir a la vieja práctica del “acarreo” y al reparto de dinero para los que acudan.

La gran diferencia es que las mujeres se unieron por una misma causa que todas ellas consideran justa y urgente, y para eso no hay necesidad ni de movilizarlas ni de incentivarlas, ellas van por su propia voluntad.

 paco1533@prodigy.net.mx

 

Autor

Francisco De la Peña de León
Francisco De la Peña de León
Director editorial de El Heraldo de Saltillo
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