CLAVE DE FA

El globo chino y la tormenta política que desató

Estados Unidos invierte una verdadera fortuna en su seguridad territorial. Recursos humanos, militares y tecnológicos de punta son empleados para tal fin. Pero no contaban con la astucia de los chinos que invadieron el espacio aéreo estadounidense con un simple globo aerostático, que según Beijing era para monitorear el clima y supuestamente se les salió de control.

Obviamente, la opinión pública estadounidense dijo, “qué clima, ni qué ocho cuartos”. Para ellos se trataba de un artefacto de espionaje, el cual fue derribado por un misil de un jet de combate frente a las costas de las Carolinas. Pero independientemente de este suceso, ¿por qué es importante el bendito globo? Porque ha detonando una crisis internacional y doméstica en Estados Unidos. Vamos por partes.

Primero, Estados Unidos no puede hablar de seguridad cuando un artefacto tan básico es capaz de entrar al territorio nacional. Es como tener una casa con altos muros impenetrables, pero el vecino bien puede sobrevolar un globo de cantoya por encima.

Segundo, porque deja mal parada a la administración Biden, la cual no ha dado respuestas contundentes al por qué no derribó inmediatamente el globo y lo dejó cruzar desde la frontera con Canadá hasta la costa este, lo cual hace suponer que había algún tipo de amenaza o sospecha de amenaza sobre lo que contenía el artefacto.

Tercero, porque este incidente sirve como munición política para los Republicanos que han cuestionado duramente el actuar, tanto militar como diplomático, del gobierno americano, máxime cuando el presidente Biden dará su informe de labores ante el Congreso esta semana. Pero, además, esto coincide con lo que sería tácitamente su arranque de campaña de reelección. Mal momento para para ello.

Cuarto, Xi Jing Ping cojea de la misma pierna pues él también está buscando ser reelecto por el Partido Comunista Chino para un tercer mandato. Si reconoce la intromisión al territorio estadounidense para demostrar que puede salirse con la suya después de provocar a Estados Unidos, desata una crisis diplomática peor. Y si dice que se le chispoteó, su gente pensaría que, si no puede controlar un sencillo globo, menos podría tener control del Estado.

Y finalmente, se tensa más la relación bilateral entre China y Estados Unidos, que de por sí no estaba en sus mejores términos, al punto que el Secretario de Estado Antony Blinken tuvo que cancelar el viaje que tenía programado a Beijing, precisamente para tratar de aflojar las tensiones. Increíble pero cierto, un globo aerostático ha desatado toda una tormenta política y diplomática.

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael