EN EL TINTERO

La sororidad, no es un pase libre

La polémica mundial por el fenómeno Shakira, derivado de su más reciente canción con Bizarrap “Sesión 53”, ha puesto sobre la mesa varios temas que exhiben el machismo que sigue existiendo en México y el mundo, así como la equivocada interpretación de términos feministas que varios aprovechan para seguir justificando la mala actuación de algunas mujeres.

La infidelidad, la violencia ejercida en contra de la mujer, los estereotipos que pretenden obligarlas a quedarse calladas ante una traición y la falsa creencia de que este género no tiene derecho a enojarse y expresar sus emociones públicamente, son solo algunos de los aspectos que pudimos observar en el último mes.

Las críticas de hombres y mujeres reprochando la rabia de una mujer engañada y con deseos de venganza, y la molestia por plasmarlos en una canción nos muestran como la sociedad sigue inmersa en el machismo ¿Acaso estos sentimientos son exclusivos del hombre?

Lo que le ocurrió a Shakira y al padre de sus hijos, desafortunadamente es algo muy común en las parejas, pero debido a la fama de ambos el tema se centró en los famosos. No obstante, impactó en todos aquellos a los que les cayó el saco.

Entre tantas opiniones a favor y en contra de uno u otro personaje, me encontré en la red un comentario muy valioso que resume lo que todos debemos reflexionar y pensar en lo que ocurre en nuestro entorno más cercano en todos los ámbitos.

La cuenta de Tik Tok “Ruido en la red oficial” habla de la sororidad, ese término utilizado en la lucha feminista, entendido como una hermandad entre mujeres para combatir la discriminación y el machismo ejercido en la sociedad.

Retomo el comentario de la feminista Carol Hernández Solís en Ruido en la Red que todos debemos entender: “Shakira clara-mente no le debe sororidad a ninguna otra mujer porque la sororidad no es un pase libre para que las mujeres hagamos lo que la gana nos da sin pensar en la responsabilidad afectiva y que todo se nos perdone. La sororidad no es para solapar, ese es el pacto patriarcal”.

Carol no muestra como quienes se han sumado a la crítica en contra de la colombiana por la falta de empatía para con la amante de su marido, evidentemente tienen un concepto muy confuso de lo que es la sororidad.

“La sororidad es la solidaridad como forma de lucha contra las desigualdades, no un permiso para justificar, por ejemplo, una infidelidad”, comenta.

Aquí me permito agregar además que la infidelidad es también un acto de violencia, y que, aunque es el aspecto afectivo y de pareja existen otro tipo de acciones cometidas por mujeres que representan un daño a la sociedad. No vayamos muy lejos, en Coahuila se han documentado casos de mujeres que golpean a sus hijos, y que los matan; en todo el mundo hay mujeres que roban, secuestran, defraudan y también desvían recursos en el ámbito público. ¿A ellas les debemos sororidad?

La sororidad nos permite unir fuerzas para luchar contra un sistema que nos oprime, contra una sociedad machista, y concuerdo con Carol, no es un pase libre ni un permiso para justificar las acciones simplemente porque las cometió nuestro género.

Y concluyo el texto retomando otro extracto de esta feminista “Reducir el concepto de sororidad a la burda idea de que las mujeres no podemos enfadarnos con otra mujer que nos lastimó no solo es ingenuo sino también peligroso, porque disminuye un concepto de rebeldía contra el patriarcado a la banalidad de un feminismo de niñas bien, incapaces de arderse con la morra que se comió a su marido y su mermelada. La sororidad es un acto de conciencia política no una acción que solapa cualquier agravio. Ese es el pacto patriarcal”.