Se avecinan tiempos electorales para los ciudadanos del Estado Libre y Soberano de Coahuila de Zaragoza, pronto tendremos en nuestras manos el destino político que vivirán nuestras familias, es un asunto serio, por ello, es necesario hacer un voto razonado, de no hacerlo el estado sufrirá graves consecuencias, en este momento lo podemos comprobar fácilmente observando la situación que se viven en otros estados de la República Mexicana. Donde se ha incrementado la inseguridad, disminuido la producción, deteriorado la economía, destruido riquezas naturales, por mencionar algunas situaciones.
El estado donde tenemos el privilegio de vivir, es un estado con grandes fortalezas, entre las que mencionaré están por ejemplo que es un territorio extenso, su superficie es de aproximadamente 151 mil 563 Km2; dividido en 38 municipios, donde se encuentran bellos espacios naturales muy variados y ricos, podemos señalar algunos como: el Valle de Cuatro Ciénegas con sus pozas cristalinas, sus muy variados sistemas acuáticos, su fauna. Los baños termales con propiedades curativas como la azufrosa en Ramos Arizpe. También cuenta con una gran zona boscosa, por algo la llaman la “Suiza de México” en el Municipio de Arteaga. Tenemos zonas arqueológicas donde hallamos una gran variedad de petroglifos en el Municipio de General Cepeda. Está de acuerdo que no podemos dejar de hablar de su comida típica: el cabrito, sus deliciosas tortillas de harina, su asado, sus gorditas también de harina esas de chicharrón prensado, su pan de pulque y sus ricos dulces de Parras acompañando por un agradable vino de esa región.
Hace poco leía en un medio informativo que la actividad económica del estado se basa en la industria automotriz, el comercio, los servicios y la construcción. También es importante la producción de trigo, maíz, papa, forrajes, verduras, hortalizas, nuez, manzana y vid, estas actividades primarias reportaron en 2022 un aumento anual de 1,7%; su índice de competitividad ocupa el tercer lugar nacional; es el estado más seguro de la frontera norte del país y de los primeros seis a nivel nacional.
Como puede observar, querido lector, tenemos un Estado rico y grandioso, es nuestra obligación como ciudadanos al elegir gobernante no sólo que lo conserve, sino que lo haga crecer, que se comprometa a velar por el bien común, que es sencillamente el bienestar de todos los miembros de una comunidad.
Coahuila necesita un gobernante que sea empático, que vele por los intereses de todos sus habitantes, pobres, clase media, ricos, obreros, empresarios, trabajadores, amas de casa, estudiantes, sin importar su condición social, su religión, su edad, sus características físicas, su género, por mencionar algunas. Lo que le quiero compartir es que un gobernante une a todos los habitantes de su territorio, nunca los divide, porque podemos pensar diferente pero no somos enemigos. Recordemos que juntos construimos la sociedad, para ello, es necesario la participación de todos hacia una meta: el progreso y bienestar de todos sus miembros.
Para elegir a un gobernante es preciso que los ciudadanos demos valor a la información que significa simplemente estar debidamente informados, saber interpretar la realidad y sobre todo participar en la toma de decisiones. Nuestro futuro dirigente debe conocer perfectamente el estado para dar respuesta a los problemas sociales, tener experiencia, ofrecer un proyecto claro, realista, incluyente, donde todos los ciudadanos sin importar su condición deben ser escuchados y atendidos con dignidad.
Lo invito a que haga un análisis serio de la trayectoria, experiencia, resultados, compromisos, calidad humana, situación familiar, de cada uno de los candidatos. Lo importante es que resultados han tenido durante su quehacer político en el estado. Cuidemos el bello Estado que tenemos, de no ser así, lo lamentaremos y no abra vuelta atrás. Razonemos nuestro voto.
Autor
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Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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