Ordena Obispo Hilario González a siete nuevos diáconos permanentes

Este sábado en la Catedral de Santiago se llevó a cabo la ceremonia eucarística en la que el Obispo de Saltillo, Hilario González García, ordenó a siete nuevos diáconos permanentes, varones católicos a los que después de varios años de estudio y formación, les fue conferida esa investidura para apoyar en diversas parroquias de la diócesis y servir en diferentes labores eclesiásticas.

Quienes recibieron la ordenación en dicha ceremonia en la que se contó además con la presencia del obispo emérito Fray Raúl Vera López, además de sacerdotes de la Diócesis de  Saltillo y familiares y amigos de estos nuevos diáconos permanentes, fueron Benito Izquierdo Mendoza, Eduardo Santos Yaber, Fernando Luna Castillo, Jesús Sánchez Gutiérrez, Jorge Anaya Gómez, Juan Ignacio Zamarrón Rentería, y Sergio Salazar García.

En su homilía, el Obispo de Saltillo invitó a los diáconos permanentes a ser imagen de Cristo y a dedicar su vida al servicio a la comunidad y a la iglesia, además de ser verdaderos guardianes de los sacramentos, y ayudar a los pobres y los necesitados.

Cabe mencionar que el diaconado permanente se restauró hace 50 años durante el Concilio Vaticano II y otorga la posibilidad a hombres casados y también a jóvenes solteros de ser ministros de la palabra, proclamar el evangelio y a auxiliar a los sacerdotes dentro de la liturgia además de administrar sacramentos como el bautismo y el matrimonio, ritos funerarios y servicios devocionales como la exposición y bendición con el Santísimo.  

“Tenemos que buscar que en esta labor que se les ha encomendado busquen ser complacencia de nuestro padre Dios, y que en la manera en que nos configuramos con Jesús, siervo por excelencia, aspiremos no a una gloria mundana, o a una honra humana, sino a ese reconocimiento de nuestro padre: eres mi hijo muy amado, eres mi complacencia, te pareces a mi hijo Jesús, en su capacidad para servir, para dar la vida, para caer en la tierra, morir y ser fecundo”, dijo el Obispo en su homilía.

Además, Hilario González pidió a estos servidores ser infatigables en su entrega a la comunidad y alegres en su ministerio pese a las limitaciones y obstáculos que encuentren en su camino.

“Encontraremos limitaciones en nuestra persona, en nuestras estructuras, en nuestras relaciones con los demás y en la sociedad. Vamos a tener esta fuerte tentación de rendirnos, de entristecernos porque las cosas no son como Dios quiere o como nosotros lo hemos discernido a la luz del espíritu. No hay que darnos por vencidos, sino volver con Jesús para pedir la ayuda necesaria para cumplir con esta vocación diaconal, que no olvidemos que estamos aquí para servir al Señor como él sirve, dando la vida hasta el extremo”, señaló el Obispo. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)