SIN HERIDAS QUE CICATRIZAR

Con un PRI coahuilense unido, sin escisiones ni rupturas es como el exsecretario de Inclusión y Desarrollo Social del Estado, Manolo Jiménez Salinas, llega a su registro como precandidato a gobernador, además de que lo espera una fuerte coalición que conformarán PRI, PAN y PRD.

El joven político saltillense tiene despejado el panorama partidista, pues apenas hace dos días, quienes pudieron hacerle sombra se sumaron a su causa, la causa del tricolor, cuando se especulaba que podrían  participar en el proceso interno e, incluso, que pudieran buscar la postulación por otro partido. Tanto el alcalde Torreón, Román Cepeda González, como el diputado federal Jericó Abramo Masso, definieron sus posturas en favor de Jiménez Salinas, compometiéndose a trabajar en favor de la próxima candidatura priista para mantener el control del Gobierno del Estado.

Sin heridas que cicatrizar al interior del tricolor, Manolo Jiménez se registrará este jueves como precandidato ante la comisión priista y el sábado arrancará campaña. En el último año el saltillense ha estado recorriendo la entidad amparado en el cargo de secretario de Inclusión y Desarrollo Social, lo que le ha permitido mantener y acrecentar un alto nivel de popularidad frente a otros aspirantes de su partido y de otros institutos políticos. Y en este contorno se declara listo para conformar “un frente invencible” y “una gran alianza con la ciudadanía”, como lo pregona.

Mientras tanto, en Morena ya tienen precandidato en la persona del senador con licencia, Armando Guadiana Tijerina, pero en un clima de profundo divisionismo con un Ricardo Sóstenes Mejía Berdeja que no acepta los resultados, que está por renunciar como subsecretario de Seguridad Pública federal y que ayer buscaba al Partido del Trabajo y hoy al Verde para que lo postulen como su candidato a gobernador. Mañana recurrirá a Movimiento Ciudadano con idéntico propósito.

La rebatinga se da hoy intensamente entre los partidos “morralla”, con uniones y desuniones, con coaliciones que no cuajan y con acuerdos en la capital del país que rechazan las dirigencias estatales.