POLÍTICAMENTE INCORRECTO

 

KARINA MEDINA 

Reforma Electoral con peras y manzanas

El Instituto Nacional Electoral (INE), es una de las instituciones con más reconocimiento ciudadano, esto de acuerdo con la Encuesta de Cultura Cívica realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en 2021.

El INE es la institución con mayor confianza del Estado Mexicano, sólo despuésés de las Fuerzas Armadas.

A pesar de esto, existe un sondeo oficial publicado por El País el cual señala que el 93% de los ciudadanos apoya la propuesta de destinar menos recursos públicos a los partidos políticos, el 87% avala disminuir el número de diputaciones y senadurías a nivel federal y el 74% acepta reducir los recursos que se le otorgan al INE.

Sin embargo, la famosa Reforma Electoral propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador quedó desechada; aun cuando obtuvo 269 votos a favor y 225 en contra, no logró la mayoría calificada de 333 votos que requería para modificar la Constitución.

Al no aprobarse la reforma constitucional quedaron fuera algunas de las principales propuestas de AMLO, la primordial: desaparecer al INE para dar paso al Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC).

Igualmente, quedó fuera la posibilidad de reducir el número de diputados de 500 a 300, disminuir el número de senadores de 128 a 96, además de elegir a los consejeros electorales y magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) mediante voto popular, así como recortar el número de consejeros de once a siete.

No obstante, la bancada de Morena y sus aliados, el Partido Verde y el Partido del Trabajo, cerraron filas en torno a López Obrador para aprobar una serie de reformas a leyes secundarias en materia electoral, las cuales solo necesitan de la mayoría simple, por lo que dieron luz verde al “Plan B”.

Este plan implica la modificación de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (LGIPE), la Ley General de Partidos Políticos (LGPP), la Ley General de Comunicación Social y la Ley General de Responsabilidades Administrativas.

Gracias a esta serie de cambios, se avaló extinguir dos fideicomisos del INE que tienen un saldo superior a los mil 030 millones de pesos, prohibir la creación de nuevos fondos o fideicomisos y el impedimento al órgano electoral para contratar seguros de gastos médicos mayores o esquemas similares, entre otros.

A pesar de que él ya tan mencionado “Plan B” fue aprobado fast track en la Cámara de Diputados, aun será turnado a las comisiones del Senado donde se prevé la discusión de reformas a seis leyes secundarias y la modificación de 457 artículos.

Esto no se acaba hasta que se acaba. Lo que llama la atención es que desde un inicio el presidente sabía que no contaría con la mayoría calificada en la Cámara para aprobar su iniciativa.

¿Si no se necesitaba de una reforma para hacer cambios a las leyes secundarias… para qué presentar una iniciativa que estaba muerta antes de nacer? Queda la duda.