CAPITALES

México: el “motor eléctrico” de la industria automotriz en Estados Unidos

Últimamente el concepto de Nearshoring ha adquirido una gran relevancia en el sector industrial de México. Este concepto se refiere a la manufactura de bienes en países cuya mano de obra es de bajo costo, pero con la calidad requerida de acuerdo a los estándares internacionales. En este sentido, México juega un papel preponderante en la industria automotriz de Estados Unidos, al contar con empresas manufactureras que permiten la producción de vehículos a costos muy competitivos, mano de obra calificada y los beneficios de un tratado comercial que la comercialización de bienes en base a tarifas arancelarias preferenciales.

Derivado de lo anterior, el Nearshoring está atrayendo inversiones en la industria automotriz de México con un enfoque en el segmento de vehículos eléctricos, con miras a convertir al país en el «motor» eléctrico de la industria automotriz de los Estados Unidos basado en la apuesta por aprovechar las ventajas competitivas de México. Esto ha favorecido a que en nuestro país se incremente la llegada de inversiones de empresas alemanas, suizas, españolas y norteamericanas que están trasladando de China a México sus plantas de manufactura para buscar un mejor acceso al mercado estadounidense y acelerar el avance hacia la fabricación de vehículos eléctricos.

Actualmente, nuestro país cuenta con una capacidad de producción de 3.1 millones de autos al año, siendo el séptimo productor de automóviles del mundo, una posición que debe mantener e incluso mejorar, pero también debe avanzar con el segmento de vehículos eléctricos.

De acuerdo al pronunciamiento de Carlos Zarlenga, presidente de Stellantis México, “no hay otro país emergente en el mundo con tal oportunidad en términos de nearshoring como México, ya que tiene un perfil exportador que incluye eficiencia, calidad, costos laborales y competitividad, y porque es un proveedor importante para el mercado estadounidense. Este es un momento de decisiones sobre cómo expandir el sector de la fabricación y ensamble de baterías y motores eléctricos, desarrollando proveedores y adaptando las plantas automotrices a los cambios que ocurrirán con esta perspectiva hacia la electromovilidad”.

Adicionalmente, Francisco González, Presidente ejecutivo de la Asociación Nacional de la Industria de Autopartes (INA), hace énfasis al señalar que las empresas que están llegando a México tienen un enfoque «fuerte» en la electromovilidad. Señaló que las empresas que están llegando al país no solo están aquí para invertir en la parte física de los vehículos, como metales, caucho o plásticos, sino que también están reubicando empresas que trabajan en el desarrollo de software, ya que los autos eléctricos requieren nuevas tecnologías.

En este sentido, el Presidente de General Motors México, Francisco Garza, ha declarado que para que esta conversión suceda, se debe desarrollar tecnología para avanzar hacia la electrificación, lo que implicará la transformación de las plantas de fabricación y requerirá el apoyo de los proveedores. Indicó que General Motors iniciará la transición en 2023 hasta 2035, lo que implica una mezcla de producción de vehículos de combustión interna hasta llegar a un portafolio 100 por ciento eléctrico.

Por último, Jorge Vallejo, Presidente y Director General de Mitsubishi Motors de México, dice que la llegada de empresas con nearshoring enfocadas en la electromovilidad requiere apoyo y planeación entre la industria y el gobierno. De hecho, agrega, se necesita un nuevo marco legal y regulaciones para acompañar al Estado en esta reconversión. «Se necesitan incentivos federales, estatales y municipales, así como de una planeación comercial para cinco o seis años. Es necesario desarrollar un modelo de negocio completamente nuevo con nuevos jugadores”.

 

Twitter: @pacotrevinoa