Cuenta de débito, ¿necesito una?  

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Existen muchos productos financieros y es importante conocerlos para determinar cuál te conviene más. Uno muy usado es la cuenta de débito, una cuenta bancaria de la que se debita dinero.

El principal instrumento financiero de una cuenta de débito es la tarjeta de débito, que puede ser física o digital. Son la modalidad de tarjeta más común porque sirve para hacer compras en comercios físicos, en línea, y también para retirar dinero en efectivo de cajeros automáticos.

¿Necesitas una cuenta de débito?

En México, 53% de los adultos no tiene una cuenta bancaria. Esta exclusión financiera no los beneficia; al contrario, los perjudica. ¿Por qué? Porque estar bancarizado te ayuda a cubrir diversas necesidades y a administrar de forma eficiente tus recursos.

Además, al tener una cuenta de débito cuentas con los siguientes beneficios.

  • Tu dinero está seguro. Guardar tus billetes ‘bajo el colchón’ no es una práctica beneficiosa ni segura para nadie. Los bancos pueden proteger tus recursos y tus datos personales para evitar que terceros no autorizados accedan a ellos.
  • Accedes rápidamente a tus recursos. Con esta cuenta podrás usar tu dinero cuando quieras, ya que está disponible en todo momento.
  • Comienzas a construir tu historial crediticio. Al abrir tu primera cuenta de débito empiezas a crear tu historial financiero. Recuerda que este elemento es clave para poder solicitar créditos a futuro.
  • Controlas mejor tus finanzas. Con este producto financiero puedes llevar una mejor organización de tus gastos. Te permite revisar el dinero ingresado, lo que has pagado y evaluar en qué has gastado tus recursos.
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Ventajas de tener una cuenta de débito

Si las razones anteriores no te han convencido de que necesitas una cuenta de débito, te contamos cuáles son las principales ventajas de este producto financiero tan solicitado.

  1. Evita que te endeudes

La principal característica de este tipo de cuentas es que, al gastar, el dinero se debita automáticamente del saldo que tienes disponible. Se trata de dinero que te pertenece, que has ingresado a la cuenta previamente.

Por tanto, si no dispones de los fondos suficientes no podrás realizar ningún pago. Así se diferencia de las tarjetas de crédito, cuyo dinero sale de un préstamo que te hace el banco. Con una cuenta de débito es imposible endeudarse (a menos que utilices dinero que era para algo específico en otra cosa).

  1. Son más convenientes que otros métodos de pago

Al tener una cuenta y tarjeta de débito, podrás llevar contigo todo el dinero que quieras sin correr riesgos. El efectivo muchas veces puede ser insuficiente para sufragar las compras que quieres hacer. Y si llevas mucho podrías perderlo o que te lo roben.

Si pagas con una tarjeta de débito eliminas estos problemas. Puedes tener cualquier cantidad de dinero en tu cuenta y, si no es suficiente, podrías pedir que te hagan un depósito. Además, no tendrás que lidiar con las inconveniencias del dinero en efectivo, como falta de cambio exacto o billetes falsos.

  1. Permite comprar por Internet de forma segura

Con una cuenta de débito puedes obtener una tarjeta digital. Este instrumento te permite hacer compras por Internet de forma sencilla, rápida y sobre todo segura.

Para ello, basta con abrir la app del banco y solicitar un código dinámico. Se trata de una clave única para cada transacción, con la que puedes validar el pago en línea. De este modo, solo tú tienes el poder de autorizar el débito de tu dinero.

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¿Cómo abrir una cuenta de débito?

¡Es muy fácil! Lo puedes hacer en pocos minutos por medio de una aplicación.

En general, los bancos funcionan igual y este procedimiento que explicaremos funciona en los que permiten tener una cuenta digital. Algunos otros te exigirán acudir a la sucursal física.

Una vez que tengas la aplicación del banco de tu preferencia debes abrirla y elegir la opción “Quiero ser Cliente». Posteriormente, tendrás que seleccionar el botón de «Abrir Cuenta», indicar los datos que solicitan para completar el proceso y listo.

No es necesario un saldo mínimo de apertura, ni pagar una comisión por la cuenta, ni por su manejo.

Además de los beneficios antes mencionados, también podrás acceder a promociones exclusivas y, si así lo deseas, solicitar tu tarjeta física en tu sucursal más cercana.