Tres maneras de ahorrar en tiempos de crisis

 

El constante aumento de precios, la dificultad para contar con una referencia monetaria, la inestabilidad económica y la especulación financiera de algunos sectores provoca en muchos ciudadanos que cada vez el bolsillo apriete más y que el sueldo se termine mucho antes de que llegue el fin de mes.

Sin embargo, existen distintos métodos de ahorro que te ayudaran a proteger tu economía, como aquellos que permiten usar el código de descuento Farfetch. Esto ocurre para extraerle el mayor potencial posible e, incluso, tener un piso de base ante cualquier imprevisto o salto monetario.

Aprovechar ofertas y promociones de código de descuento Farfetch te ayudarán a gastar menos y cuidar mejor tus ingresos. Sin embargo, esta no es la única manera de ahorrar y, a continuación, te enseñaremos otras técnicas para que llegados los últimos días del mes no sea un dolor de cabeza tener que abrir la billetera o pasar la tarjeta del banco.

El método Kakebo

Con origen japonés, pero popularizado en todo el mundo, el método Kakebo consiste en anotar en una agenda o una libreta todos tus ingresos de dinero, así como todos los gastos que generas a diario.

Llevar un registro detallado de todos tus gastos te permitirá hacer una evaluación periódica, que bien puede ser semanal, mensual o en el periodo de tiempo que te resulte mejor. Además, podrás corroborar en qué gastas tu dinero, cómo y cuándo los gastas.

De esta manera, será más fácil para ti poder establecerte metas y límites que te permitan mantener un control de tus gastos y, como tal, de tu economía.

Aunque parezca un método sencillo, en su simpleza radica la efectividad, ya que muchas veces la dificultad de ahorrar está asociada a los famosos “gastos hormiga”, es decir, esos gastos menores e innecesarios, pero que al acumulado mensual terminan siendo una parte significativa de nuestros ingresos.

Reconocer e identificar nuestros gastos banales es un buen comienzo para comenzar a descartarlos.

El método ALP

Desarrollado por el especialista en finanzas José Carlos Álvarez Jiménez, el método ALP surge de “aparta lo primero”, es decir, apenas recibido tu ingreso económico, separar una parte y destinarla íntegramente al ahorro.

Aunque este método es muy efectivo, requiere mucha fuerza de voluntad por parte del interesado, ya que dependerá de él no acudir al resto que dedicó al ahorro para poder subsistir.

La mejor manera de llevar a cabo este método es tener muy en claro de cuánto dinero dispones al comienzo del mes, cuánto gastas y en qué. Una recomendación es hacer dos columnas: en una ingresar los gastos fijos, como puede ser el alquiler, los servicios, el gimnasio y/o demás gastos inamovibles; en la otra ingresar los gastos innecesarios o banales. El siguiente paso es sumar todos estos gastos que no son fijos y retirarlos de tus ingresos apenas comenzado el mes y recibido la paga.

De esa manera, limitarás al máximo todos los gastos que sean redundante y que son el principal problema por el que no lográs llegar a fin de mes con los números en rojo.

El reto de las 52 semanas

Aunque las alcancías parecen haber quedado en el pasado, no dejan de ser un gran método de ahorro y si a ello le agregas un sistema, puede ayudarte en demasía.

El método de las 52 semanas consiste en agregar cada semana un monto acorde al número de semana. Por ejemplo, si la semana 1 decidimos poner $100, la semana 2 habremos de poner $200, la semana 3 $300 y así sucesivamente hasta completar las 52 semanas cuando habremos ahorrado $5.200.

Está claro que el monto lo fijarás de acuerdo a tus ingresos, pero lo importante es mantener la constancia y la voluntad de hacerlo de manera progresiva todas las semanas. De esta manera, te verás en la obligación de limitar gastos innecesarios para lograr reunir el monto semanal.

Hay otros métodos que también podrán ayudarte a que, llegado el fin de mes, el balance sea positivo y logres controlar mejor tus métodos. Igualmente, lo principal para poder ahorrar es tener voluntad, constancia y ser sincero con los gastos que uno tiene, sobre todo, aquellos superfluos. De nada sirve intentar un método de los antes mencionados si vamos a obviar gastos porque será imposible establecer una buena conducta de ahorro.