CÁPSULAS SARAPERAS

 

Sin un minuto de luz

En esta ocasión te platico de una historia que sucedió a oscuras en esta hermosa ciudad de Saltillo el 14 de enero de 1945, de la cual me enteré gracias a unas fotografías que me compartió mi amigo Gerardo Covarrubias.

En aquel año, aquí en Saltillo, circulaba un periódico matutino llamado “El Heraldo del Norte”, y su slogan dictaba: “Consagrado a los intereses de Coahuila”. Ese día, mientras dicho rotativo publicaba a ocho columnas la noticia de que un grupo de empresarios Saltillenses se reunirían con el Presidente de la República, además anunciaba en la misma portada que los nazis alemanes se daban a la fuga —de hecho la Segunda Guerra Mundial estaba por concluir con la derrota de los países del eje— al continuar con la lectura me di cuenta que un poco más abajo de esa noticia se comunicaba a la comunidad el hecho de que un grupo de Saltillenses se habían manifestado por la falta de energía eléctrica en su calle.

El encabezado de la noticia era: “Ni un minuto de luz para calle de Rodríguez”, y en el cuerpo de la nota se explicaba que un grupo de vecinos de esa calle, que por cierto ya no lleva ese nombre, habían ido directamente al periódico con la intención de avisar a la empresa que en aquellos años daba el servicio de energía eléctrica en Saltillo, que desde hace varios días no contaban con el suministro de la energía eléctrica e incluso se inconformaban hasta de que ya tenían varios días realizando llamadas telefónicas a la compañía, y ni siquiera les habían contestado.

Los vecinos afectados pedían que por lo menos algunos días de la semana se les brindará el servicio eléctrico, como al resto de la calle de Rodríguez. Y déjeme decirle estimada y estimado Saltillense que tuve que realizar una investigación intensa e intensiva para encontrar y saber cuál era esa “famosa” calle de Rodríguez, que en realidad era y sigue siendo una calle pequeña, comprendida por sólo dos cuadras, la cual se encuentra en el centro histórico de Saltillo, pues iniciaba e inicia en la calle de Acuña, pasa por la calle de Allende, —de hecho este era el tramo en el cual los vecinos se quedaron sin luz—para llegar hasta la calle de Zaragoza. Una calle llamada de Rodríguez que en los planos de Saltillo del año de 1948 aún se le llamaba de esa manera, para posteriormente ser nombrada como hasta en nuestros días, Calle de Vito Alesio Robles, en honor al Saltillense quien fuera revolucionario, secretario particular de mi General Francisco Villa e historiador.

Esta calle que era llamada de Rodríguez, la cual en el año de 1940 seguía siendo de tierra, sólo tenía agua por medio de una llave comunitaria, motivo por el cual los vecinos de la hoy calle de Vito Alesio Robles se ganaron la fama de que sólo se bañaban los sábados.

Esta es la historia de la mitad de la Calle de Rodríguez, la cual se quedó durante un tiempo sin luz, no tenía pavimento y el agua no llegaba a hasta sus casas.

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.