50 años después, permanecen 11 tumbas como huella del Trenazo de Puente Moreno en Saltillo

A cincuenta años del accidente ferroviario más trágico de la historia ocurrida en Saltillo en 1972, siguen en pie y como mudo testigo 11 tumbas en memoria de algunas de las víctimas que perecieron en el llamado Trenazo de Puente Moreno.

En las cruces, algunas de madera y otras de concreto y hasta lápidas con mármol, se pueden leer algunos epitafios de los familiares de aquellos que nunca fueron encontrados y terminaron en esa loma, cerca de la vía del tren donde hace medio siglo se descarrilaron varios vagones con cientos de peregrinos.

Es a 10 minutos del Centro de la ciudad, donde se encuentra al surponiente de la capital el lugar del accidente, que fue alcanzado por la mancha urbana luego que Puente Moreno se convirtiera en un punto de la colonia Diana Laura Riojas.

Con una vereda de terracería y a un costado de la vía del ferrocarril, antes de salir al antiguo camino a General Cepeda, es donde se pueden ver a lo lejos estas tumbas.

Al centro de este memorial está una cruz de madera de gran tamaño, para quien fue Petra Sifuentes, una de las pasajeras del tren peregrino.

Como recuerdo de sus padres y hermanos está a un costado una cruz para Margarita Torres Zapata, mientras que para la pareja Salvador Fonseca Torres y María Guadalupe Oviedo Barranco se les erigió una lápida de mármol con fecha del 5 de octubre de 1972 y con una lápida de cemento se recuerda también a San Juana Pérez.

Son siete tumbas más las que fueron rehabilitadas y señaladas con cruces, pero sin ningún nombre que identificara para quien fueron colocadas.

Fue un 4 de octubre, pero de hace 50 años (1972), cuando -según las bitácoras de las autoridades- un tren que salió de Real de Catorce San Luis Potosí con cientos de peregrinos que venían de adorar a San Francisco de Asís, entraba a toda velocidad a Saltillo.

Poco antes de media noche el tren aparentemente sin frenos se salió de las curvas, que aún se pueden ver en este lugar donde más de 300 personas terminaron sin vida y otras tantas nunca fueron encontradas y donde junto con hierros retorcidos quedaron enterrados donde hoy es una loma de esta vía ferroviaria. (DAVID GONZÁLEZ | INFONOR)