CAPITALES

 

La eficiencia energética y el cambio climático en el entorno mundial 

Para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y bajas emisiones de carbono, la eficiencia energética es crítica. La producción mundial se ha multiplicado por diez en el último siglo, siendo un factor para que impulsó drásticamente el calentamiento global. Durante la urbanización, las concentraciones de dióxido de carbono aumentaron en un 47 por ciento, las temperaturas globales aumentaron en 1.8°C y los niveles del mar se incrementaron en 5 pulgadas. En este sentido, las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero han alcanzado niveles sin precedentes, las cuales afectan negativamente a la vida de todos los seres vivos del planeta.

Independientemente de que se detengan de inmediato, los niveles de emisión acumulados dañarán a las generaciones futuras. A la luz de estas estadísticas aleccionadoras, los gobiernos han priorizado el crecimiento económico al tiempo que abordan las consecuencias ecológicas. Como resultado, están creando soluciones para ofrecer servicios energéticos que son económicos, ecológicos y confiables. Estas discusiones globales organizadas, como el Protocolo de Kyoto de 1997 y el Acuerdo de París de 2015 sobre el Cambio Climático (PCA), abordan los crecientes desafíos ambientales globales. Estas reglas se han implementado para garantizar que las generaciones posteriores hereden un medio ambiente verde y limpio. Según el acuerdo, las naciones deben adoptar medidas severas para limitar las emisiones de dióxido de carbono. La transición de los sistemas de energía industrial a los renovables es el paso más crítico en la actualidad.

La demanda de energía aumenta a medida que la población mundial crece y la industria se desarrolla rápidamente. Como resultado del suministro de combustibles fósiles como el carbón y el petróleo, el mundo necesita un suministro de fuentes de energía limpia sustitutas, como la biomasa, energía hidroeléctrica, la energía eólica y solar. El porcentaje de energía renovable del suministro principal de energía está aumentando, incluidos los datos más recientes de la Administración de Información de Energía de China, publicados en 2019. A partir de 2019, estados Unidos generó 8.9 billones de unidades térmicas británicas (BTU) de energía renovable, más de seis veces que lo generado en 2015.

 

El aumento en las nuevas instalaciones de energía eólica y solar impulsó el aumento de la producción. Según una encuesta de la OCDE, la energía renovable ha crecido del 16.7 por ciento en 2009 al 21.48 por ciento en los diez años posteriores. En este sentido, especialistas confirma que la energía renovable será responsable de más de la mitad de la infraestructura energética mundial para 2050.

El Acuerdo de París de 2015 estableció un límite de 2°C sobre los niveles preindustriales para el aumento de la temperatura media mundial, pero debido al cambio en la política climática, la combinación energética cambiará, con una mayor dependencia de las fuentes de energía renovables. Expertos investigadores sostienen que la implementación de políticas para combatir el calentamiento global conduce a aumentos significativos en el uso de energía renovable y disminuciones en las emisiones de gases de efecto invernadero.

Derivado de lo anterior, es necesario mencionar que el cambio climático está influyendo en los gastos en infraestructura de transporte a medida que la ruta mundial hacia cero emisiones se acelera rápidamente. En muchas regiones del mundo, la producción de energía con carbón se elimina progresivamente, poniendo a los depósitos fósiles, empresas y activos en peligro de convertirse en activos varados. Cuando los proyectos de combustibles fósiles no cumplen con sus rendimientos esperados, corren el riesgo de cerrar e incumplir con las responsabilidades financieras en las que se incurrió originalmente en su construcción.

En este sentido y en respuesta a los crecientes problemas ambientales y económicos, las Naciones Unidas plasmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015. La sostenibilidad ambiental, así como la pobreza, la desigualdad y el alivio de la injusticia, son los objetivos principales de estos ODS. Finalmente, un enfoque importante está en el uso de energía renovable donde una de las principales metas de los ODS es obtener acceso a nuevas fuentes de energía y potencializar la eficiencia energética.

Twitter: @pacotrevinoa