CÁPSULAS SARAPERAS

 

La tijera de oro

En esta ocasión te platico de una historia que esta de pelos y es que cortar el cabello por casi 39 años no es cosa menor, me refiero a la peluquería “La Tijera de Oro” y a su propietario Rogelio Álvarez.

Rogelio, de profesión maestro de primaria pero de pasión peluquero, es un estilista, quien cuando inició con el negocio de la peluqueada, supo combinar ambas actividades, pues en el año de 1993, mes de noviembre para ser exactos, inauguró su academia de cultores de belleza llamada, por supuesto, “La Tijera de Oro”. En aquel año estaba ubicada en la calle de General Cepeda 126, en la propiedad del Lic. Gerardo Evelio González, lugar donde llegó a tener hasta tres turnos de clases, siendo sus primeros alumnos Tita Laredo, Corina Ramírez Tello y Luis.

Pero espéreme tantito, estimada y estimado Saltillense, que antes de ser maestro y diestro con la tijera y el peine, aprendió este oficio en el Instituto de Belleza “El Álamo”, siendo sus maestras Laura, Graciela y Aurora. Con ellas se preparó no sólo con el uso de las tijeras, sino también en el tinte, extensiones, maquillaje y peinado. Tan buenas maestras y tan buen alumno resultó ser Rogelio, que, al terminar sus estudios en la academia, se quedó como instructor en la misma institución.

Me dice Rogelio que su primer corte de pelo lo cobró en 15 pesos, dinero que reinvirtió en el negocio para la compra de tijeras, tintes y demás. Cuando le pregunté por su peinado más complicado, me respondió de manera rápida y tajante: “los peinados de fantasía, mi estimado”, como la simulación de una canasta, o bien un árbol de navidad en la cabeza de sus clientes.

Entre sus clientes se encuentran el Profr. Lázaro Vázquez, mi amigo el Profe Víctor Zamora, —oiga pues puros maestros—, ya que también mencionó al Profesor Samuel Rodríguez, así como algunas damas distinguidas como Marisol Díaz, y también su esposo. Oigan, y que me estoy enterando que mis hermanos Jorge y Abraham son sus clientes, así como mi papá.

Hay días buenos, días regulares, días muy buenos, pero ninguno como aquel en el cual atendió a 40 clientes, quienes les dio el servicio desde corte de pelo, arreglos, maquillaje y demás.

Rogelio el de la tijera de oro es hijo del contador don Santos Álvarez y doña María Mendoza, hermano de Norma y papá de María Deliz. Es un conocedor de la importancia del buen servicio y atención, motivo por el cual mantiene y acrecienta su cartera de clientes. Es además un hombre de valores bien inculcados, por ello no es de extrañar que durante mucho tiempo regale sus servicios tanto para el asilo de ancianos “El ropero del pobre”, como para algunos grupos de la doble A, sin olvidar aquellos 4 meses en los cuales tuvo la oportunidad de ayudar con los cortes de cabello a los jóvenes del reclusorio juvenil.

Anécdotas hay muchas, como aquella ocasión en la cual fue citado de urgencia por su cliente que era juez, quien le pidió de manera expedita y rápida su asistencia al juzgado para que pudiera definir a la autoridad el tono de cabello del acusado.

Definitivamente, mi amigo Rogelio Álvarez y su negocio “La Tijera de Oro” son algo muy de Saltillo y que vale la pena presumir.

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.