La subida de los precios salva al sector turístico mexicano, que todavía no llega a las visitas registradas en 2019

Gobierno de México

 

El turismo resurge con fuerza. Los datos registrados por el visitante internacional durante los seis primeros meses del año muestran un caudal de beneficios que supera los trece mil ochocientos millones de dólares. Se trata de una cifra que supone un 5,74% más de lo cosechado en el mismo periodo del año 2019, cuando todavía no había hecho acto de presencia la pandemia de la Covid-19. Teniendo en cuenta que el volumen de turistas internacionales continúa por debajo de las cifras prepandémicas, como así lo refleja el Instituto Nacional de Estadística, este restablecimiento económico del sector sólo es fruto de la subida generalizada de los precios y del incremento del número de viajes por vía aérea.

Desde la dirección del Centro de Investigación y Competitividad Turística (Cicotur) mantienen de igual modo esta lectura de los hechos. Entienden que esos primeros síntomas de recuperación en realidad esconden cierto aire de espejismo, y es que a estas alturas del verano sigue sin igualarse la cantidad de visitantes que, llegados de otros países, eligieron México como destino turístico en el primer semestre de 2019. La entidad tiene claro que el contexto de inflación es el responsable de que el sector haya obtenido más ingresos a pesar de haber generado una cartera más pequeña de clientes.

Los datos no dejan lugar a dudas. Si bien es verdad que el país ha recibido a casi dieciocho millones de turistas extranjeros entre los meses enero y junio -lo que supone un treinta por ciento más que lo recogido el pasado curso durante las mismas fechas-, todavía no se alcanzan los resultados del año anterior a la crisis sanitaria, que rebasaron la cifra actual en dieciocho puntos porcentuales.

Tampoco ha terminado de explotar el perfil de viajero que se decanta por los cruceros, que sigue sin estar a la altura de lo conseguido hace tres años. Mientras que en el primer semestre de 2019 se produjeron más de cuatro mil quinientas visitas a través del mar, esta temporada ni siquiera se ha llegado a las tres mil doscientas. Es decir, el descenso es aproximadamente del veintiuno por ciento, lo que de alguna manera hace pensar que sigue siendo pronto para hablar de éxito.

El director de Cicotur, Francisco Madrid, llama a la prudencia y sostiene que hasta que no se materialice un flujo mayor a través del turismo terrestre no podrá cantarse victoria. Este tipo de desplazamientos sigue sin estar a la altura de lo esperado, ya sea por limitaciones de acceso o sencillamente porque el modo de viajar esté cambiando. Según Madrid, el transporte aéreo sí está gozando de buena salud, superando incluso con un uno por ciento el número de vuelos que se registraron en el primer semestre de hace tres años. No obstante, comparando lo que sucedía en aquel entonces con lo que ocurre ahora, el escenario es muy distinto tras contabilizar los viajeros que cruzan la frontera por tierra. Las cifras muestran actualmente un descenso del cuarenta por ciento, pasando de los diez millones de visitantes fronterizos en aquellas fechas a los casi seis millones que se dan hoy día.

El turismo internacional dejó durante el pasado mes de junio casi tres millones y medio de visitas, lo que representa una crecida del ocho por ciento con respecto a los mismos treinta días del año pasado. A la hora de ofrecer datos, el instituto Nacional de Estadística distingue entre aquellos turistas que llegan y se marchan en el mismo día y aquellos otros que al menos permanecen alojados durante una noche. El número de estos últimos aumentó en más del 25%, como así lo concluye el análisis que compara junio de 2021 con junio de 2022. Además, cabe poner de relieve que la media de dinero que gastaron los visitantes sin pernoctación en este sexto mes se sitúa en torno a los cuatrocientos dólares, mientras que aquellos que sí decidieron hacer noche dejaron más de novecientos.

Tras el impacto de la pandemia de la Covid-19, el sector no sólo se ha visto obligado a intensificar las estrategias de marketing para atraer a más viajeros, sino que además ha sido necesario emplear nuevos recursos tecnológicos para conocer mejor al turista a través de internet. En este sentido, el uso del bigdata entre los turoperadores nacionales ha permitido trazar un perfil más fidedigno de los usuarios y ofrecer en consecuencia unos servicios turísticos más personalizados. Se trata de una herramienta que se ocupa de analizar aquellos datos que van dejando los cibernavegantes por las diferentes páginas web. Su uso se ha consolidado en los últimos años en aquellos portales que se dedican al comercio electrónico o a los juegos de azar. De hecho, los casinos online Mexico son una de las grandes referencias en este campo, donde el software empleado sirve para delimitar con acierto cuáles son los gustos y las preferencias de los jugadores. Estos entornos analizan, entre otras muchas variables, aspectos como el historial de búsqueda, el tiempo que un usuario permanece en diferentes zonas de la pantalla o las franjas horarias en las que más accesos de producen. A partir de esta información, los casinos pueden saber cuáles son los juegos más populares o los premios mejor valorados y ganar en capacidad de anticipación. Ante esta utilidad, no resulta extraño que los turoperadores mexicanos estén tomando buena nota de ello.

El sector turístico representa en México el nueve por ciento de la economía, por lo que la emergencia sanitaria de 2020, donde se produjo un descenso del cuarenta y cinco por ciento de turistas extranjeros, supuso un duro mazazo para el rumbo del país. Teniendo esta referencia como casilla de salida es tentador hablar de recuperación, pero conviene no perder de vista los datos prepandémicos, que son realmente los que deben superarse para que todo vuelva a su cauce.