UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

Ser juguete es mejor que ser un guardián del espacio…

¿La nostalgia vende? ¡Claro! La última aventura animada de la fórmula Disney-Pixar llegó al cine. Se trata de la historia del origen de uno de sus personajes: Buzz Lightyear, de Toy Story. En vísperas de su estreno, se dispararon las especulaciones en Internet tras confirmarse que la película incluiría el primer beso entre personas del mismo sexo de la compañía, ¡Escándalo!

Tanto leía sobre el beso lésbico de la nueva entrega de Pixar que dije tal vez la serie “The L word” se va quedar tonta comparada con lo que voy a ver. Después de presenciarlo en la sala de cine… creo me he espantado más con besos de parejas en las plazas públicas. No es cuestión de espantarse, pero de verdad leía tantas publicaciones de personas espantadas, llegué a creer que hasta lengua debía verse.

Las y los internautas no perdieron el tiempo en expresar sus posturas a favor o en contra. Algunos recordaron el beso que el conejo Bugs Bunny plantó en la boca del vaquero Sam Bigotes. Algunos más, recordaron que en la serie Clarence, que se transmitía por el canal de caricaturas Cartoon Networks en el 2014, se censuró un beso entre dos hombres. También recordaron la caricatura de anime Ranma ½, que si bien nunca se vio un beso gay, sí mostraba a un hombre transformándose en mujer, y viceversa.

Algunos comentarios de los internautas son: “así como le explicaron a su hijx cómo el burro de Shrek embarazó a una dragona, cómo una princesa besó a un sapo, como una abeja siente atracción por una humana, de la misma manera pueden explicar esta escena”. ¿Qué opinan? ¿Será cuestión de generaciones? ¿De educación en casa? O Disney-Pixar ve en la comunidad LGBTTTIQ+ y muy buen mercado de ventas.

Las críticas con sus respectivos memes a Lightyear y su beso entre personas del mismo sexo serán inevitables, por lo que es importante que Disney se mantenga fiel a los valores LGTBQ+. Considero fue una muestra de inclusión bastante bien realizada. Siendo esta historia parte del corazón de la trama principal, de una forma bastante adorable.

Ahora bien, cada quien decide lo que consume en su casa. Yo de niño hubiera preferido ver películas abordando de esta forma temas de inclusión que sentarme con mi mamá viendo una hora completa de “Laura en América” y miren era parte de la tarde familiar.

Sobre la película: me encantaron las escenas de acción, que el guion cuidara los detalles y la lógica del superhéroe conforme a lo que sabíamos de Buzz en las películas anteriores. Es un producto infantil pero da la bienvenida a toda la familia.

Como Andy debió entender que los juguetes no son para siempre. Nosotros en casa debemos comprender que los contenidos que se nos presentan de forma audiovisual en las distintas plataformas están cambiando, no somos los mismos que hace uno, cinco, diez años. ¿La nostalgia vende? Sí, pero no podemos vivir tampoco del recuerdo. Ni pensar que todo seguirá igual.

¡Nos has salvado, estamos agradecidos!

 

Autor

Sergio Arévalo