Provoca daños en el sistema respiratorio, digestivo, reumatológico, en vías urinarias y hasta en la piel.
La nicotina es una sustancia adictiva contenida en los cigarros la cual presenta absorción sistémica y llega a todo el organismo generando dependencia y, junto con otras, alteraciones como el envejecimiento prematuro, enfermedades del corazón, diversos tipos de cáncer y daños en el sistema respiratorio, digestivo, reumatológico, en vías urinarias y hasta en la piel.
La especialista en neumología adscrita a la Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMAA) No. 89 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), doctora Alejandra Carolina Moncada López, señaló que los químicos que contiene el cigarrillo provocan hiperqueratosis que es el engrosamiento en la capa externa de la piel de las manos, afecta la sensibilidad en los dedos y provoca que las uñas se pinten de amarillo.
El monóxido de carbono disminuye la oxigenación lo cual repercute en la tersura de la piel y genera un envejecimiento prematuro; las mujeres fumadoras son más propensas a presentar arrugas que el resto de la gente, abundó.
En el caso del sistema cardiovascular, informó que fumar provoca vasoconstricción en las arterias, reduce el calibre de las mismas y dificulta el riego coronario; aumenta el ritmo cardíaco y la tensión arterial, favorece la aparición de arterioesclerosis e incrementa la necesidad de oxígeno del organismo, por ende, las personas que fuman tienen mucho más riesgo de presentar un infarto.
De igual forma se produce un deterioro en la función pulmonar; suele presentarse tos crónica y moco espeso, enfermedades como la gripe tardan más en sanar y genera múltiples patologías relacionadas con el aparato respiratorio hasta llegar a la enfermedad pulmonar obstructiva crónico (EPOC).
En lo que respecta al sistema digestivo, el tabaco provoca gastritis, úlcera y esofagitis por reflujo, sobre todo en aquellas personas que fuman en ayunas y/o que lo utilizan como método para inhibir el apetito.
El hábito de fumar se asocia también al cáncer broncogénico, en la cavidad oral, en laringe, en vejiga y en los riñones, que son los encargados de filtrar la nicotina.
Agregó que los químicos del cigarro interfieren en el proceso de cicatrización, por eso cuando una persona se va a someter a intervención quirúrgica, se le sugiere que deje de fumar semanas antes y después.
La especialista invitó a la población a generar conciencia y modificar los hábitos que deterioran la salud. (EL HERALDO)
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