Desde los orígenes civiles en México, se han utilizado a las plantas y vegetaciones como fuente para medicamentos y tratamientos de las poblaciones. Este tipo de medicina naturista sigue vigente aún hoy en día. El cuachalalate es una de esas especies, que desde la época precolonial le ha salvado la vida de enfermedades e infecciones a miles de personas en tierras aztecas.
Este árbol endémico, tropical y resinoso contiene la habilidad de poder tratar diversas problemáticas, ya que cuenta con diversas propiedades curativas. Desde las tribus siempre se ha declarado y determinado de que puede ayudar con más de 50 enfermedades o padecimientos distintos. Por algunas particularidades, sus maderas no pueden utilizarse como los clásicos productos que suelen surgir de árboles. En contraposición, las distintas partes de su estructura desde las hojas hasta su tronco, se emplean para la formulación de medicamentos caseros. Asimismo, cuenta con la particularidad de ser un árbol dioico. ¿Qué quiere decir esto? Que en algunos árboles nacen flores femeninas y en otros, masculinas.
El cuachalalate suele crecer en zonas de selva baja, donde crece en despropósito. Este tipo de paisajes se ven en la región del Pacífico mexicano. Sinaloa, Jalisco, Michoacán y Chiapas, son los principales Estados donde el árbol se destaca. Se puede llamar, dependiendo de la ciudad, de distintas maneras, como puede ser: palo de rosa o maxiterán, entre otros nombres.
-¿Qué funciones puede llegar a cumplir?
Dependiendo de su preparación, puede resultar como antiséptico, enjuague bucal, cicatrizante, astringente, antibiótico, antiinflamatorio, regula el colesterol, baja la fiebre, limpia heridas, cura afecciones, trata tumores, entre muchos otros tratamientos.
La corteza del árbol cumple con muchos de estos propósitos. Se hierve en agua para preparar una especie de té con los componentes del cuachalalate. Una vez elaborado, funcionará como limpieza bucal, para tratar problemas estomacales como úlceras, purifica la sangre, trata el dolor de muelas e interviene favorablemente para tratar distintos tipos de cánceres.
Si no se bebe, en muchas mujeres se ingiere vaginalmente. De esta forma, tratará otro tipo de enfermedades o afecciones. Las infecciones urinarias o renales, pueden responder favorablemente desde este punto de vista.
Otra manera de aplicarlo, es desde lo tópico. Aquí solucionaremos alopecias, urticarias, tratará mordeduras, picaduras y además, funciona como un gran aglutinado que puedes sumarlo a tu rutina de ‘skin-care’.
Al mezclar distintos tipos de ácidos del cuachalalate, surge un suero anti-quórum, que colaborará en contra de diversas infecciones bacterianas. Básicamente, funcionará como un antibiótico de farmacia, pero de manera más natural, orgánica y sustentable. Esta receta la conocen solo algunos shamanes o pueblos originarios específicos.
Otro tipo de extracto del cuachalalate, se utiliza para tratar enfermedades autoinmunes. Esta preparación, también es llevada adelante por algunos sabiondos.
Aún con todas estas funcionalidades, utilizaciones y ventajas del cuachalalate, y con una creciente industria en el mercado de la medicina sustentable, hay que tomar algunas precauciones mínimas al ingerirlo o aplicarlo. Por un lado, no se ha establecido un protocolo gubernamental que recomiende su utilidad en algunos casos en particular, como pueden ser: en embarazos, o en procesos de lactancia. Por eso justamente, recomendamos evitarlo en estos casos.
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