CÁPSULAS SARAPERAS

La entrada de Juárez a Saltillo

En esta ocasión te platico que corría el año de 1864, mes de enero, día 9 para ser precisos y nuestra hermosa ciudad de Saltillo estaba de fiesta, no era para menos pues el mismísimo presidente de la República, Lic. Benito Juárez había llegado.

El astro rey se encontraba en lo más alto, el presidente junto a su gabinete integrado por Francisco Zarco, Guillermo Prieto, Sebastián Lerdo de Tejada, José Santos Degollado, José́ María Degollado y el saltillense Juan Antonio de la Fuente entraban a Saltillo por el rumbo de la hacienda de Buenavista, en aquel modesto carruaje que bien le servía a Juárez como Palacio Nacional.

Los habitantes de aquel pequeño Saltillo no perdieron la oportunidad de mostrar su alegría y jubilo por tan importante visita, por ello no faltó casa alguna que fuera adornada con colgaduras alusivas, todo era algarabía, todo era festejo, pues en cada esquina sonaban trompetas, tambores, cuerdas y platillos que generaban notas festivas.

Al llegar a la Plaza de la Independencia, esa que hoy conocemos como la Plaza de Armas, fue recibido con un emotivo discurso dado por el Lic. Miguel Gómez Cárdenas, quien expresó que el presidente Juárez era la propia y viva encarnación de la república ante una multitud de Saltillenses, niñas, niños, mujeres y hombres, todos queriendo conocer quien a la postre sería el Benemérito de las Américas.

Después de saludar a los Saltillense que se dieron cita en la plaza principal, caminó rumbo a la calle del Campo Santo que hoy en su honor lleva el nombre de Juárez, para entrar a la vivienda propiedad del alcalde Pereyra, lugar donde ya lo esperaban de días atrás su esposa Margarita y sus hijos.

Don Benito Juárez llegó a Saltillo donde sintió y vivió el patriotismo de los Saltillenses, ante quienes independizó a Coahuila de Nuevo León, donde rechazó la petición de varios gobernadores para abandonar el poder y así negociar con el imperio francés, sin olvidar que desde aquí enfrentó de manera valiente al cacique Vidaurri.

A partir de ese momento Juárez, el presidente, el defensor de la república, el Benemérito de las Américas siempre estaría agradecido con Saltillo y los Saltillenses, reconociendo su hospitalidad y patriotismo. En esos momentos, cuando la república estaba casi derrotada, cuando pareciera que todos le daban la espalda al presidente, los Saltillenses mostramos fidelidad y lealtad a la patria y al presidente Juárez, amor por la república.

 

 

 

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona. Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas. *El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.