Tendrá Saltillo un nuevo diácono permanente 

Este próximo sábado, en una ceremonia religiosa que se efectuará a la 1:30 de la tarde en la Parroquia de San Patricio Misionero de Saltillo, Mario Alberto Villanueva García se convertirá en diácono permanente, con lo que Saltillo contará ya con 15 hombres ordenados bajo esta figura que, de acuerdo a la Iglesia Católica, tiene entre sus funciones realizar bautizos y bodas, además de otorgar la bendición y presidir celebraciones dominicales sin consagrar la Eucaristía.

«Soy parte de la primera generación de diáconos de aquí de Saltillo, yo me preparé con ellos pero recibieron primero el orden; en esta ocasión solamente soy yo», compartió en entrevista con El Heraldo de Saltillo. 

Desde hace cinco años, el saltillense de 55 años de edad y padre de dos hijos, se preparó para llegar a esta posición, por lo que está a punto de comenzar este camino en la fe convencido de que es disposición de Dios que así sea.

«Yo siempre he estado dentro de la Iglesia, he estado en apostolados desde joven. Ya en el matrimonio, mi esposa María del Socorro Daniel Medina y yo continuamos con esos apostolados sirviendo en las diferentes comunidades en las que hemos estado. Siempre hemos estado muy contentos por servir para que más gente conozca y siga la palabra de Dios», expresó.

PASIÓN POR SERVIR  

Además de sus acciones dentro de la Iglesia, los diáconos se caracterizan por generar acciones altruistas para personas en situación vulnerable, siendo este otro factor para que Mario tomara la decisión de integrarse al diaconado.

«Esta vocación al diaconado es una vocación que le hace Dios al hombre para configurarse con Cristo Siervo, consagrando su vida al servicio de Dios y de la Iglesia. La caridad es lo principal, asistir y poner más atención en los más necesitados, en los pobres», platicó.

Cabe señalar que dentro de la Diócesis de Saltillo hay seis diáconos en Monclova y 14 más en Saltillo, mientras que a nivel nacional tienen presencia en ciudades y capitales como Xalapa, Culiacán, Matamoros, San Luis Potosí, Monterrey, Ciudad de México y Querétaro, por citar algunas.

«Yo invito a los que escuchan el llamado de Dios para que lo atiendan presten oído atento y digan como María ‘Somos esclavos del Señor, que se haga en nosotros según su palabra’ y que pongamos nuestro granito de arena para ir transformando esta sociedad tan golpeada», enfatizó.

MÁS SOBRE LOS DIÁCONOS PERMANENTES

El presbítero Francisco Xavier Rodríguez Trejo, responsable del Instituto Diaconal Diocesano con sede en Saltillo, precisó que el cargo de diáconos permanentes está vigente en el mundo desde 1965, mientras que en 1975 comenzó a instaurarse en México y hace seis años en la Diócesis de Saltillo.

«La presencia de los diáconos está en tres cuartas partes de las Diócesis de México, si en México tenemos 120 Diócesis estamos hablando de un aproximado de 70 Diócesis con diáconos permanentes», agregó.

Explicó que en la media década que toma que un hombre pueda ordenarse como diácono se trabaja en reforzar su fe, cercanía con Dios y sus conocimientos de la Iglesia Católica.

«El primer año se llama Círculo Vocacional que es un período en donde se le informa al aspirante, al diaconado, sobre lo qué es el ministerio diaconal para ver si se puede situar en esa vocación o en ese ministerio. Es, digamos, un año para ver en qué consiste y hacer una opción», dijo.

«El segundo año consiste en un discernimiento más profundo de la vocación y una nivelación doctrinal. El tercero, cuarto y quinto años son los dedicados a la formación teológica, a la formación que les va a servir para el ejercicio de su ministerio diaconal», profundizó.

CERCANOS A LOS OBISPOS

A su vez, el religioso mencionó que los diáconos están al servicio de las Diócesis a través de las encomiendas que les dan los obispos, por lo que en el caso de la de Saltillo serán coordinados principalmente por monseñor Hilario González García.

«El diácono es un miembro de la jerarquía de la Iglesia que se compone de tres grados que son el obispo, el sacerdote y el diácono. El diácono está al servicio del obispo para los planes diocesanos, pero también al servicio de los presbíteros o de los párrocos para las funciones parroquiales, dependiendo el lugar donde viva con su familia», manifestó.

Por último, detalló que este tipo de diaconado puede conferirse a hombres casados, quienes de presentarse el deceso de sus esposas no podrán contraer nupcias nuevamente, siendo una de sus posibilidades la de optar por ser presbíteros, mientras que al ser ordenados como solteros se comprometen al celibato permanente. (OMAR SOTO / EL HERALDO)