STRANGER THINGS – TEMPORADA 4

 

El 27 regresa la serie -en su cuarta temporada- que, sin dudas, se ha convertido en punto de encuentro para todos los adictos a la ciencia ficción, los amantes del estilo ochentero y los que son fanáticos de las series que exploran hasta el límite en las leyendas urbanas. Y ojo, Netflix prepara la llegada de la quinta temporada para el 1 de julio. Acá una mirada del porqué de su éxito.

Algunos la clasifican entre las mejores series de ciencia ficción, otros la instalan entre los clásicos instantáneos. Tal vez sean apreciaciones exageradas, pero lo que nadie puede negar es que se trata de un fenómeno de taquilla y arrasa entre los adolescentes, caracterizada por su tendencia a la nostalgia ochentero, donde además destaca su factura y el buen nivel actoral.

Las dos primeras temporadas destacaron por su buen guion, la coherencia de los personajes y sus acciones bien enmarcadas en un pueblo que Steven Spielberg imaginó en sus primeros tiempos.

Los Duffer Brothers (Matt y Ross), responsables de esta serie, supieron captar la esencia de una época que, por curiosas razones, es una de las más mitificadas: los ochenta, cuando ellos eran niños. Con toda la nostalgia y una historia cimentada en el mito urbano de que el gobierno estadounidense tiene evidencias antiguas de vida alienígena, echaron a rodar esta máquina que muchos califican como una de las buenas propuestas para la televisión, acaso como lo fueron en los ochenta “Twin Peaks” o “Los Archivos Secretos X”, en los noventa, por ejemplos.

Un añadido es que se trata de esos programas que permite una y otra revisión, donde los espectadores pueden descubrir nuevos detalles, referencias y homenajes que le dan un plus no menor a esta serie.

Acá enumeramos algunos elementos que deben ser considerados en su análisis, ad portas de su cuarta temporada, haciendo hincapié en que se trata de una oportunidad especial para que los no iniciados inicien su viaje hacia el peligroso pueblo ficticio de Hawkins.

La serie tiene estética ochentera lo que genera conexión inmediata con la nostalgia.

Desde el uso de los walkie talkies, a las pandillas de amigos tipo Los Goonies (Richard Donner, 1985), de las andanzas por el bosque en bicicletas hasta esas salas donde todos toman malteadas o comen hamburguesas o la insistencia estéticas de las luces de neón con ese particular sello visual.

En la serie hay evidentes referencias a situaciones, personajes y ambientes que, en los ochenta, fueron utilizados de manera genial por Steven Spielberg, John Carpenter o descritas en las novelas de Stephen King. Ni qué decir que también hay referencias innegables de “Cuentos Asombrosos”. O sea, pura nostalgia.

De este modo, las referencias cinéfilas, literarias o culturales son un

Cada episodio acumula y despliega elementos interesantes que dan pistas importantes cinéfilas, literarias y culturales si se observa con detenimiento. Por ahí desfilan además de “Los Goonies”, la magia de “E.T.”, el suspenso de “Tiburón” y, era que no, directas alusiones a “Regreso al Futuro” y momentos calcados de “La Cosa”. Pero donde hay relación directa es con cintas fundamentales como “Cuenta conmigo”, “El Resplandor”, “Encuentros cercanos del tercer tipo”, “Exploradores” y claro, “La Guerra de las Galaxias” y “Poltergeist”, entre muchas películas más.

Algunos críticos han insistido, no sin razón, en citar explícitas referencias a obras como El corazón de las tinieblas, de Joseph Conrad, Cosmos de Carl Sagan o Cujo de Stephen King. Además, se deja entrever el universo de Lovecraft y hay otra muy importante, explícita y fundamental: el mundo de Dragones y Mazmorras. Para los coleccionistas de trivia, pongan ojo en la relación a Patrulla X y su número 134 de la colección regular.

Y si de nostalgias se trata, el retorno de la recordada actriz Winona Ryder ha sido un punto esencial del éxito nostálgico de la serie, considerando que la recordada intérprete requería un personaje de esta talla, que en Stranger Things es Joyce, la sufrida madre de uno de los personajes principales: el chico desaparecido al inicio de la temporada 1. Junto a ella, destacan David Harbour, el jefe de policía de Hawkins, lugar donde transcurre la trama, Matthew Modine, como el Dr. Brenner, otro de los grandes nombres que dan sello a la serie.

Los niños son un cuento aparte, van creciendo a medida que avanzan las temporadas y resumen a esos chicos que hacían las delicias en E.T. pero también al gran equipo que formaban Los Goonies.

Y claro, el misterio y el suspenso son elementos fundamentales a la hora de elogiar el tema de Stranger Things. La serie en cuestión se inicia con la desaparición de un niño en un pequeño pueblo de Indiana, en la ciudad de Hawkins (pueblo ficticio, igual como sucedía con el magnífico arranque de “Twin Peaks”, pueblo también inexistente perdido en un bosque, donde aparece muerta la protagonista en los primeros minutos del capítulo 1). De este modo, la trama está muy bien contada y lo que va sucediendo, episodio a episodio, va desentrañando el caos que parecía todo en un primer momento.

Lo mejor es que cada episodio de las temporadas es breves, concisos y no tienen lagunas en su desarrollo, muy por el contrario, dejan a los espectadores queriendo saber más. Los episodios tienen unos 50 minutos aproximados de media por capítulo (alguno dura algo más y otro algo menos). Es una serie ideal para quienes no tienen tiempo, desean un producto rápido y nostálgico, con una banda sonora que resume clásicos de los años setenta y ochenta, donde sobresalen The Clash y su Should I Stay or should I go o el conocidísimo Héroes, de David Bowie son dos canciones principales y sustanciales en la trama y mucho más, incluyendo elementos electrónicos para destacar determinadas secuencias donde la ausencia de diálogos es aprovechada con estos efectos sonoros.

Y aparte del misterio, aparte de la desaparición del niño se va descubriendo mucho material extraño en el pueblo y sus alrededores, vamos entrando en el tema de los mitos urbanos como los siniestros experimentos secretos del gobierno, los poderes psíquicos de una niña llamada Eleven y la posibilidad de vida extraña y alienígena en un rincón llamado Hawkins. Para perderse en este pueblo imaginado para Stranger Things.

 

Autor

Víctor Bórquez Núñez
Periodista, Escritor
Doctor en Proyectos, línea de investigación en Comunicación