México es de los países con mayor flujo financiero ilícito: Cepal  

Ciudad de México.- En América Latina la mayor concentración de flujos financieros ilícitos e inversiones extranjeras directas ficticias se registran en México, Costa Rica y Brasil, de acuerdo con un estudio que difundió la Comisión Económica de América Latina y el Caribe (Cepal).

La Revista de la Cepal difundió el estudio «La inversión extranjera directa en América Latina desde la perspectiva de los flujos financieros ilícitos: ¿’cocacolonización’ del ahorro?», elaborado por Katiuska King Mantilla, en donde se explicó que Brasil y México son los países con mayores inversiones «ficticias», es decir movimientos de capital que en realidad no suceden.

«Brasil es el país que tiene un mayor porcentaje de su Inversión Extranjera Directa como inversión ficticia con relación a su volumen total, seguido por México, la Argentina, Honduras y el Paraguay».

En el texto, King Mantilla, afirmó que los países de Latinoamérica con mayor proporción de Inversión Extranjera Directa «ficticia» se trataron de transacciones provenientes de Luxemburgo y los Países Bajos, con 23% y 12% del total que recibieron de inversiones, respectivamente.

La especialista afirmó que Costa Rica y México son de los países que más concentran flujos financieros ilícitos en el comercio, que en el caso de la economía mexicana  el porcentaje es 48% del comercio, ya que hay operaciones de sobrefacturación de importaciones y subfacturación de exportaciones o viceversa.

El problema que indica la autora del estudio es que «estos flujos financieros ilícitos pueden modificar el registro de las variables macroeconómicas, como las exportaciones y las importaciones de bienes o servicios. Por ende, pueden dar una idea distorsionada del PIB y de las respuestas tradicionales a los problemas macroeconómicos».

Hay supuestos movimientos de divisas que en realidad se hacen para evitar pagos de impuestos, se alertó en el estudio.

«Esto se debe a que algunas transacciones de flujos financieros ilícitos son ficticias y se utilizan para evadir impuestos o evitar regulaciones, lo que hace impredecibles los movimientos reales de ciertas variables», comentó.

Aunque las inversiones se suman en la cuenta de capitales de los países, eso también significa rentas menores para los gobiernos porque las operaciones ficticias facilitan la menor contribución tributaria, por las triangulaciones y operaciones financieras que realizan los inversionistas, pero también tienen efecto en balanza de servicios. (EL UNVIERSAL)