A LA BÁSCULA

Por algo será 

En al menos  los dos últimos años, el gobernador de Coahuila Miguel Ángel Riquelme Solís se ha mantenido en el ‘top five’ de los gobernadores mejor calificados del país, la mayoría de los meses ocupando la segunda posición, y como el priista mejor calificado. Pero en los resultados de la más reciente encuesta realizada por la firma Mitofsky, y publicada este jueves por el diario El Economista, el lagunero aparece ya como el mandatario mejor calificado de todo el país.

Durante el periodo mencionado, el panista Mauricio Vila, de Yucatán, se había mantenido en la primera posición, pero en la más reciente medición, intercambió posiciones con el coahuilense que ahora ocupa la primera, y el yucateco ahora pasó al segundo lugar.

Riquelme Solís registra una calificación de 64.9, mientras que Vila tiene un 64 por ciento. Ambos seguidos de tres morenistas, Rubén Rocha Moya, de Sinaloa, con 60.6; la bajacaliforniana Marina del Pilar Ávila, con 59.2; y la tlaxcalteca Lorena Cuéllar Cisneros, con 57.8 de calificación.

Por partido, los tres mejor calificados son, por el PAN, el yucateco Mauricio Vila, seguido del quintanarroense Carlos Joaquín González, y el guanajuatense Diego Sinhue. Por el PRI, el coahuilense Miguel Ángel Riquelme, el oaxaqueño Alejandro Murat y el hidalguense Omar Fayad. Por Morena el sinaloense Rubén Rocha Moya, la bajacaliforniana María del Pilar Ávila, y la tlaxcalteca Lorena Cuéllar.

Increíblemente en el ranking general, la gobernadora de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, una de las principales fichas del principal inquilino de Palacio Nacional para la sucesión presidencial de 2024 aparece hasta la posición 13 con 55.5 de calificación, con lo que se entiende el hecho de que, en la pasada elección intermedia federal de 2021, haya perdido la mitad de las alcaldías de la capital de la República.

Otro de los personajes consentidos del Presidente, el sonorense Alfonso Durazo, aparece hasta la posición 22 con 49.9 de calificación. Y, en el ‘fondo de la tabla’ -hablando en términos futboleros-, luchando ‘por no descender’, están un par de morenistas, la colimense Indira Vizcaíno con 40 por ciento de aprobación; y el zacatecano David Monreal, con apenas 22.4 por ciento, entendible en ambos casos, porque las entidades donde dicen gobernar, son de las más violentas del país. Ambos por debajo del morelense Cuauhtémoc Blanco, que ya es mucho decir, y quien por mucho tiempo se consolidó como el gobernador peor calificado del país.

Las posiciones que ocupan cada uno de los mandatarios tanto en la parte alta como en la baja del rankig tras la medición de Mitofsky, me parece que tiene lógica, de tal forma que no sorprenden a nadie.

En el caso del coahuilense Riquelme Solís, era cuestión de tiempo para que pasara a la primera posición luego de un largo periodo en el segundo casillero. Creo que no es casual, por algo está en esa posición, porque el trabajo que ha desempeñado, y el liderazgo ejercido entre los gobernadores no morenistas del país, han consolidado su figura, pese a que al principio de su administración tuvo que lidiar con la sombra de sus antecesores, de quien muchos ciudadanos consideraban era ‘su hechura’.

Miguel sin embargo fue creciendo a pasos agigantados, ha sido un mandatario equilibrado, abierto y dispuesto a trabajar con todos los alcaldes del Estado que se dejan ayudar, indistintamente de siglas, colores partidos. Ha tenido una actuación sobria, alejado del estruendo y la pirotecnia.

Uno de sus principales signos de su administración lo mostró el primer año, con una mano firme y férrea para atajar los intentos de los grupos de la delincuencia organizada por reingresar a Coahuila.

Ha sido un gobernador conciliador e institucional, al ser el primero en extenderé la mano al Presidente para avalarle en su momento la creación de la Guardia Nacional, pero al mismo tiempo firme en la lucha por que la Federación le otorgara a Coahuila los recursos que le corresponden.

Ejerció su liderazgo primero con los mandatarios de las entidades vecinas, Tamaulipas y Nuevo León inicialmente por el tema de la inseguridad, pero luego se sumaron los mandatarios de Durango, de Jalisco, Guanajuato, Chihuahua, Michoacán, Aguascalientes y Colima, en lo que se conoció como la Alianza Federalista.

Pero, también logró el reconocimiento de su gente, por el responsable y adecuado manejo de la pandemia; la estabilidad lograda en alianza con los diferentes sectores del Estado para lograr la recuperación económica e incluso superar el monto de inversiones y el número de empleos que se comprometieron o perdieron durante la pandemia.

Y, recientemente volvió a ejercer su liderazgo regional al establecer el acuerdo con el gobernador de Texas, para reducir los tiempos de paso de las unidades de transporte de carga, del lado mexicano al estadounidense, consiguiendo beneficios que no pudo lograr el gobierno federal, que más bien trató de poner trabas, poniendo en riesgo los acuerdos alcanzados.

No por nada pues, es que Miguel Ángel Riquelme está convertido el gobernador mejor calificado de México, quien está en su mejor momento a pesar del desgaste que genera el ejercicio del poder, y cuando encaminado está ya hacia el final de su mandato, hay que recordar que el año entrante será la elección para renovar la gubernatura en Coahuila.

laotraplana@gmail.com

 @JulianParraIba

 

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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