El futuro del turismo en México

 (Xinhua/Fito Valdéz) (fv) (oa) (ra) (da) 

Las restricciones de las cuarentenas y los traspiés sufridos por la pandemia, ralentizaron todos los sectores productivos del mundo, sin contar algunas excepciones. Tanto el desarrollo como la mera producción de las distintas ramas se vieron atascadas por el simple hecho que la circulación se vio disminuida o apaciguada. El turismo, por razones obvias, fue uno de los componentes que más sufrió durante los últimos años. No se puede tener unas vacaciones de forma virtual.

Aun así, poco a poco el sector se va recuperando, y México es uno de los pocos países donde el turismo se ha levantado de las cenizas de manera ágil y consistente.

Lo que por algún tiempo dejó de ser sitios concurridos, volvieron a resurgir, los lugares turísticos de México, están a la delantera.

Esto depende pura y exclusivamente de las ventajas geográficas con las que cuenta el país, que no requirió de ningún plan gubernamental o lluvia de inversiones para destrabar la situación. Tan solo se apostó por lo que ya estaba construido, rebautizar y rezar para que vuelva a funcionar atrayendo turistas. Y funcionó. Pero el futuro del turismo en México no puede depender de una situación casual inmediata. Debe ir un poco más allá.

En primer lugar, se requiere un proceso de inclusión estructural en conjunto para que este ascenso se mantenga en el tiempo. Muchas pequeñas empresas o emprendedores que vivían del turismo, tuvieron que cerrar sus puertas por la situación pandémica. Solo los grandes conglomerados lograron sobrevivir. Para eso es necesario una intervención estatal, que logre equilibrar la competencia y generar más puestos de trabajo, sin importar el marco en el cual se encuentre el hotel, el hostal, el complejo, etcétera.

En segundo plano, para continuar con este proceso de democratización, es necesario descentralizar tanto los presupuestos estatales, como las inversiones extranjeras. Apostar por otras ciudades no costeras, donde en la actualidad la actividad se encuentra frenada, traerá nuevas oportunidades para otros estados. Es de vital importancia encontrar el camino para colaborar entre el sector privado, el gobierno, la sociedad mexicana que ha sido golpeada durante años, y la academia o la universidad. Si todos estos aparatos logran encontrar la manera de funcionar en conjunto y con reciprocidad, se podrán realizar otros diagnósticos que ayudarán a continuar con el desarrollo turístico en todo el país.

Para finalizar, dejamos el punto clave que redondea todo el proyecto: el ecologismo. Según explica Ivana Nazareno, especialista en SEO y comunicación de la agencia SEOfy, son cada vez más los clientes que desean difundir sus prácticas de desarrollo sustentable, de formal tal de estar alineados y seguir las tendencias que impulsaron os millennials, y los centennials han potenciado aún más.  Es de suma importancia comprender que sin un desarrollo sostenible, es imposible que el proceso perdure en el tiempo. Solo de esta manera se estará viendo una verdadera transformación a largo plazo. Parar la sobreexplotación de las playas y los mares, ocasionada por algunos complejos hoteleros y buques de pesca, resulta clave para mitigar las pérdidas que más tarde serán irrecuperables. Este cambio puede venir de la mano con la rápida transformación digital sufrida en la pandemia. Atenuar el cambio climático puede ser muy difícil, pero teniendo la tecnología de nuestro lado ayudará en grandes escalas. Para eso se debe profesionalizar y digitalizar todos los sectores de la rama productiva del turismo, desde Pymes hasta grandes conglomerados. Si estos apartados se trabajan en conjunto y de manera solidaria, lograran dictaminar que el recupero de la actividad en el país esté justificado, y que no sea una mera casualidad sin anhelo de la ciencia.