CÁPSULAS SARAPERAS  

Héctor Hugo, la Hurraca

En esta ocasión te platico de una historia que ocurrió no hace mucho tiempo, pero eso sí, muy interesante y que muestra la tenacidad que tenemos los Saltillenses. Esta es una historia de pedales, y no de borrachos, sino de ciclistas.

Existe una carrera internacional que se realiza en muchas partes del mundo, dicha justa deportiva se le conoce con el nombre de Gran Fondo Nueva York, la cual consiste en recorrer en bicicleta 100 millas. Entre las ciudades en las cuales se efectúa, están Jerusalén, Panamá, Waco, Bogotá y muchas más, incluyendo nuestra vecina ciudad de Monterrey.

Hoy tenemos muchos Saltillenses que participan en este tipo de actividades deportivas, de hecho, día a día podemos observar en la calle o bien en las redes sociales que aumenta la cantidad de gente que se ejercita con la bicicleta, pero de todos estos grandes deportistas, sobresale un bicicletero y una gesta deportiva que logró, me refiero a Héctor Hugo Rangel, mejor conocido como la Hurraca.

Estos deportistas utilizan equipo especial, de medidas muy particulares, como lo es el calzado, el cual se “engrapa” al pedal para así aprovechar la fuerza y la energía al máximo cuando pedalean. Existen varias marcas y modelos de cada una de estas, incluso las bicicletas tienen tallas, las cuales se definen de acuerdo con la estatura del deportista.

Pues bien, Héctor Hugo, la Hurraca, decidió participar en el Gran Fondo Nueva York del 2020 que se realizó en el mes de marzo de ese año en la ciudad de Monterrey, cuyo recorrido concluye con una escalada en bici a la sierra de Chipinque, la cual es muy pesada, no sólo por la pendiente, sino porque el deportista ya lleva a cuestas alrededor de 120 kilómetros.

Se dio el disparo de salida en el parque “La Fundidora” con la participación de cerca de 2 mil ciclistas, y al llegar al kilometro 30, la Hurraca, junto al ciclista Efraín Chicale, oriundo  de Tlaxcala, logró dejar atrás al resto de los ciclistas. Se dice en el argot “que se dieron a la fuga”, logrando ampliar la distancia entre estos dos y el resto, sin embargo, al pasar a un costado de la Diana Cazadora, que por cierto ese no es el nombre correcto de la escultura, la Hurraca se dio cuenta que le había dado escapada al tlaxcalteca, quien ya iba rezagado. Héctor Hugo no perdía la atención y se concentraba fuertemente en la pendiente de Chipinque, sabiendo del gran esfuerzo físico y mental que tendría que realizar si quería ganar.

Al iniciar la subida a la sierra, los espectadores aplaudían y lanzaban vivas a Héctor Hugo, quien se veía como claro favorito para ganar, momento en el cual, al subir aun más la intensidad con la cual pedaleaba, pareciera que la suerte dejaba de sonreírle, pues la cadena, junto a la estrella trasera y el cable de cambios se quebró, provocando que la cadena no funcionara, es decir, que por más que pedaleara, no avanzaba.

La bicicleta dejó de funcionar y la Hurraca descendió de ella para intentar repararla. A los pocos minutos el ciclista tlaxcalteca pasó, momento en el cual los narradores dijeron: “muera el rey y viva el rey”, seguros que el Saltillense no ganaría, por lo menos en esta ocasión. Pasaron otros minutos y al voltear a su izquierda, ya con la seguridad de que no podría continuar en la carrera, vio a un joven que no participaba en la carrera, pero que entrenaba, a quien detuvo pidiéndole prestada su bicicleta. El regiomontano accedió, y para asombro de los dos ciclistas y de los concurrentes, la bicicleta era de la talla e incluso los pedales utilizaban el mismo tipo de clip.

Los jueces ya daban por derrotado al Saltillense debido a cuestiones mecánicas; los narradores no podían creer lo que estaban viendo. Surgió la duda, ¿era posible que un ciclista terminará la carrera con otra bicicleta distinta con la que había arrancado? El ciclista olímpico Raúl Alcalá, que se encontraba entre ellos, aclaró que era totalmente legal.

A 4 kilómetros de la meta Héctor Hugo rebasó por la izquierda al tlaxcalteca, para así llegar en soledad al final, convirtiéndose en el ganador del Gran Fondo Nueva York 2020 que se realizó en Monterrey.

Esta es una historia de esfuerzo y tenacidad, valores que tenemos los Saltillenses, valores que en esta ocasión mi amigo Héctor Hugo, la Hurraca demostró, quien por cierto representó a México en las Olimpiadas de Londres 2012 en la disciplina de ruta recorriendo 250 kilómetros.

Definitivamente Héctor Hugo Rangel, la Hurraca es un ciclista Saltillense que vale la pena presumir.

 

Autor

Francisco Tobías
Francisco Tobías
Es Saltillense*, papá de tres princesas mágicas, Rebeca, Malake y Mariajose. Egresado de nuestra máxima casa de estudios, la Universidad Autónoma de Coahuila, en donde es catedrático, es Master en Gestión de la Comunicación Política y Electoral por la Universidad Autónoma de Barcelona, el Claustro Doctoral Iberoamericano le otorgó el Doctorado Honoris Causa. Es también maestro en Administración con Especialidad en Finanzas por el Tec Milenio y actualmente cursa el Master en FinTech en la OBS y la Universidad de Barcelona.
Desde el 2012, a difundido la historia, acontecimientos, anécdotas, lugares y personajes de la hermosa ciudad de Saltillo, por medio de las Cápsulas Saraperas.
*El autor afirma que Saltillense es el único gentilicio que debe de escribirse con mayúscula.
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