Es Día de Reyes recordatorio para buscar espiritualmente a Jesús

 

Párroco de San Esteban pide a feligreses rescatar el motivo original de esta celebración

Más allá de la Rosca de Reyes y la convivencia familiar que genera, el padre Mario Carrillo Palacios, titular de la Parroquia de San Esteban en Saltillo, considera que el eje principal de esta celebración, calendarizada en México y otros países cada 6 de enero, es recordar a los creyentes la búsqueda espiritual de Jesús en sus hogares por lo que pidió a la feligresía local rescatar este motivo.

La tradición católica dicta que luego del nacimiento de Jesús, los Reyes Magos guiados por una estrella acudieron a Belén, ciudad próxima a Jerusalén, donde se encontraba la primera morada del Hijo de Dios.

En su encuentro, según las Sagradas Escrituras, los Reyes Magos Melchor, Gaspar y Baltasar le obsequiaron a Jesús oro, que presenta la gloria del Creador y su realeza; incienso, como reconocimiento a la divinidad y mirra, como símbolo de que Jesús moriría por la salvación de la humanidad.

«Litúrgicamente es la Fiesta de la Epifanía o Fiesta de la Manifestación de Cristo a todos los pueblos. Con esta fiesta la Iglesia recuerda la adoración de los Reyes Magos y nos invita a que también nosotros adoremos a Dios y le ofrezcamos como ellos los dones, nuestra ofrendas a Dios», dijo en entrevista con medios.

«Ya no es el oro, el incienso o la mirra sino el oro de nuestras buenas obras, el incienso de nuestra oración o la mirra de nuestra propia persona ofreciéndosela a Dios», ahondó.

De acuerdo con el religioso, es en el Evangelio de San Mateo en el que se menciona a los Tres Reyes Magos, cuyo calificativo poco tiene que ver con la hechicería o actos de magia propiamente.

«El Evangelio de San Mateo es el único que nos relata este acontecimiento y básicamente dice que llegaron unos magos de oriente buscando al Rey de los Judíos que acaba de nacer. Ellos llegan lógicamente a Jerusalén, llegan ante el Rey Herodes a preguntar y se desarrolla la historia bíblica que conocemos», expresó.

«La palabra mago a la que se refiere la Escritura no tiene la misma acepción que tenemos hoy. Un mago se puede imaginar a un hombre que de un sombrero saca a un conejo o un mago como hechicero, más bien la palabra que utiliza el evangelista San Mateo es como Magú que significa sabios, se refiere a hombres sabios que llegan a Jerusalén». (OMAR SOTO / EL HERALDO)