Macron advierte de que tiene ganas de fastidiar a los no vacunados: les limitará la actividad social

 (Xinhua/Khalil Dawood) (sm) (ra) (da)

París, Francia.- El presidente francés, Emmanuel Macron, confirmó en una entrevista su estrategia principal para combatir la pandemia de coronavirus: vacunar, vacunar, vacunar y hacerle la vida imposible a los no vacunados hasta que cambien de opinión. O, más literalmente, “fastidiarles” o “joderles” la vida a los que siguen resistiéndose a ponerse las dosis para protegerse y proteger a los demás. Así se puede traducir el nunca elegante verbo de emmerder, elegido por el mandatario en sus declaraciones en el diario Le Parisien, que rápidamente ha creado una fuerte controversia y un gran revés para el Gobierno: la sesión parlamentaria que discutía de emergencia la ley para aprobar el pasaporte de vacunación fue suspendida una vez más tras conocerse las controvertidas declaraciones del mandatario, de acuerdo con El País.

“Yo no estoy a favor de joder [emmerder] a los franceses. Me quejo todo el día cuando la administración lo hace. Pero bueno, a los no vacunados sí que tengo muchas ganas de joderlos. Y vamos a seguir haciéndolo hasta el final. Esa es la estrategia. No voy a meterlos en prisión, y no los voy a vacunar por la fuerza. Pero hay que decirles: a partir del 15 de enero, ya no podrán ir a un restaurante, no podrán tomar una copa ni ir al teatro, no podrán ir al cine…”, explicó el mandatario en referencia al proyecto de ley que en esos momentos seguía discutiéndose aún en el Parlamento para que, a partir de mediados de mes, el actual pasaporte covid, que permite el acceso a lugares públicos cerrados mostrando la vacunación completa o un test negativo, pase a ser exclusivamente un pasaporte de vacunación.

Actualmente, unos cinco millones de “refractarios”, como los llama Macron, siguen negándose a vacunarse en Francia, donde la vacunación ya está abierta a todas las edades desde los cinco años. Hasta este martes 4 de enero Francia batió un nuevo récord de contagios, 271 mil 686 en las últimas 24 horas.

Las palabras de Macron, quien a lo largo de sus casi cinco años de mandato se ha visto en varias ocasiones cuestionado por lo desafortunado de ciertas expresiones elegidas, han tenido un impacto inmediato.

La prensa francesa destacó rápidamente esa voluntad de emmerder presidencial y sus rivales potenciales en las presidenciales de abril (Macron ha dicho que tiene “ganas” de presentarse a la reelección, pero que todavía no ha llegado el momento de declarar sus intenciones) no han tardado en criticar, tanto desde la izquierda como desde la ultraderecha, una forma de hablar cuanto menos poco elegante.

El maremoto que ha provocado la entrevista salpicó a la Asamblea Nacional, donde los diputados tenían previsto pasar la noche discutiendo el proyecto de ley de pasaporte de vacunación tras la interrupción inesperada de la sesión del lunes por la noche, hecho que fue duramente criticado por el Gobierno. Esta vez, sin embargo, la razón llegaba directamente del Elíseo y de las palabras de su inquilino en la entrevista.

“Queremos saber si estamos aquí para enmendar un texto de ley que busca joder a los no vacunados”, abrió la polémica el candidato presidencial comunista y diputado Fabien Roussel. Las críticas y discusiones se sucedieron ya sin pausa hasta que, finalmente, bien pasada la medianoche, el conservador Marc Le Fur (Los Republicanos) anunció el levantamiento de la sesión al considerar que no se daban las condiciones “para un trabajo sereno”. La sesión debería retomarse este mismo miércoles, aunque todavía planean muchas dudas y el nuevo retraso hace peligrar seriamente el calendario del Gobierno, que quería empezar a aplicar las nuevas normas el 15 de enero. (EL PAÍS)