AVISO DE CURVA

Serpientes, escaleras y calamares rumbo a la elección en Coahuila

A diferencia del Juego del Calmar, en donde algunos participantes mueren o son eliminados antes de que el ganador pise la línea de meta, en Serpientes y Escaleras todos los jugadores permanecen sobre el tablero hasta que uno de ellos logra llegar a la casilla final.

La sucesión en Coahuila para renovar la gubernatura en 2023 se asemeja más al popular pasatiempo creado en India que al recientemente conocido juego coreano, ya que a más de un año de distancia para que los partidos y coaliciones elijan a sus respectivos candidatos, a nadie se le debiera dar por muerto o etiquetar como eliminado.

Los distintos participantes en el juego sucesorio han tirado los dados. Algunos encontraron la escalera que hizo crecer sus posibilidades para obtener la candidatura. Otros, en cambio, han pisado algunas serpientes, retrocediendo incluso hasta la casilla inicial del tablero.

Sin embargo, a ninguno de los participantes (conocidos y ocultos) se le puede descartar. Si la suerte les otorga una buena tirada, con un movimiento podrían acercarse a los punteros. Lo contrario sucedería, si el destino le juega una mala pasada a quienes se encuentran a pocas casillas de la meta.

Serpientes y Escaleras es entonces una buena metáfora para abordar los avances y retrocesos que en 2021 registraron los distintos jugadores que aspiran suceder a Miguel Riquelme Solís.

Es imposible negar que por el lado del PRI quien más cercano se encuentra al cuadro final del juego sea Manolo Jiménez Salinas. Este año ha sido ascendente para el alcalde de Saltillo. Una muestra es la escalera que se encontró recientemente en su trayecto a la gubernatura cuando, al presentar su último informe al frente de la alcaldía, el Gobernador de Coahuila lo invitó a participar como secretario de Inclusión y Desarrollo Social. Posición que en definitiva le permitirá darse a conocer en todo el estado, llevando el rostro amable del Gobierno y posicionando los programas sociales.

Por si fuera poco, Manolo Jiménez dejará el gobierno municipal siendo reconocido como uno de los alcaldes mejor evaluados según distintas casas encuestadoras. De hecho, en un ejercicio realizado recientemente, Consulta Mitofsky lo destaca como el alcalde con la más alta calificación del país, registrando una aprobación del 71.4%.

Al alcalde de la capital le sigue, dentro de su partido, José María Fraustro Siller, a quien los resultados de las recientes elecciones lo llevaron hasta la parte alta del tablero. Será al momento que tome las riendas de Saltillo cuando comience a remontar posiciones.

Más atrás se encuentra Verónica Martínez. La escalera de la equidad de género podría permitirle a la senadora pasar a otros jugadores. Recientemente presentó su informe legislativo y visitó algunos municipios del estado, siendo bien recibida por la militancia priista.

Otros jugadores del PRI que estarían en espera de una señal para tirar sus dados, son Eduardo Olmos Castro, Jericó Abramo Maso y Román Alberto Cepeda.

Vienen después los jugadores de Morena. Dentro de la segunda fuerza política del estado, ninguno de los aspirantes destaca sobre los demás. En este año, cada uno de ellos se ha encontrado con serpientes y escaleras que los mantienen a mitad de la tabla, sin embargo, permanecen a varias casillas del puntero del PRI. Con dos salvedades.

La primera de ellas es que, a diferencia de Luis Fernando Salazar, Lenin Pérez Rivera y Reyes Flores Hurtado, cuyas trayectorias son ascendentes, los casos del senador Armando Guadiana y de Javier Guerrero García se encuentran rezagados. Los erráticos movimientos del primero, lo han enviado hasta el inicio del juego. La inmovilidad del segundo, lo mantiene estancado en la parte baja del tablero.

A pesar de ello, no podríamos asegurar que se encuentran eliminados. Ambos, Guadiana y Guerrero, son persistentes, dos o tres buenos números en los dados los podrían llevar hasta las posiciones altas del juego.

La segunda salvedad en Morena es todavía más compleja e intrigante. Me refiero a la posibilidad de que en Coahuila la 4T juegue con un aspirante “tapado”. Tal posición le vendría a la perfección a Ricardo Mejía Berdeja, actual subsecretario de Seguridad Pública federal.

A diferencia de sus coequiperos, el lagunero se encuentra cercano a la escalera que lo puede conducir en forma directa a la casilla final del tablero. Esa escalinata se llama Andrés Manuel López Obrador. Bastaría con un tiro de “suerte” para dejar atrás al resto de los jugadores de Morena.

En otra ocasión hablaremos de los jugadores del PAN. No es que este partido carezca de figuras que aspiren a la gubernatura. Lo que sucede es que han sido varios sus resbalones que al parecer extraviaron los dados.

¡Felices fiestas y un extraordinario 2022!

 

olveraruben@hotmail.com

 

 

 

 

 

 

 

Autor

Rubén Olvera Marines
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