LA APROBACIÓN A AMLO Y SU NECESARIO ANÁLISIS

 

El 71% de la población mexicana “aprueba” el desempeño del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando se cumplen tres años de su llegada al poder, el segundo nivel más alto de todo su mandato, según la encuesta De las Heras Demotecnia.

De acuerdo con la encuesta realizada por Enkoll, AMLO llega con 62% de aprobación a su tercer año como presidente de México; mientras que 35% desaprobó su gestión como mandatario y 3% respondió no saber.

El 1 de diciembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a tres años en el poder con una aprobación del 68%, de acuerdo a la encuesta del Universal Buendía & Márquez.

La encuesta mensual promedio sobre aprobación presidencial realizada por MITOFSKY para El Economista reveló que Andrés Manuel López Obrador se ubica con una aprobación de 65% al cumplir tres años en el ejercicio del poder.”

Esos son ejemplos de lo que publicaron algunos medios de comunicación respecto a la evaluación del Presidente de la República.

 

Además de las encuestas, se debe considerar que en las elecciones intermedias, realizadas este mismo año, la corriente política que respalda a López Obrador obtuvo la mayoría en la Cámara de Diputados. El presidente ha sido considerado por algunos analistas como el principal ganador de la jornada del pasado domingo 6 de junio, no solo porque su partido, Morena, logró ganar 11 de las 15 gubernaturas, 19 congresos y la mayoría absoluta en la Cámara de Diputados, sino porque estos favorables resultados en el imaginario colectivo significan la evaluación del mediodía de un presidente.

Pero ¿qué variables llevan a dicho escenario? ¿Porqué razón en un ambiente de crisis sanitaria, económica y de seguridad el Presidente mantiene una aprobación favorable? Eso es lo que es necesario analizar para proyectar lo que vendrá en la elección del 2024, que de acuerdo con la última encuesta del periódico Reforma, el 59% de las personas consultadas desea que continúe el proyecto de Andrés Manuel López Obrador.

Planteo en seguida algunas variables a considerar en la discusión y análisis aquí propuesto.

En primer lugar, la política social, o los llamados programas sociales aplicados por la presente administración que, de acuerdo con el último informe, se han verbalizado así:  El 70% de los hogares de México está inscrito en al menos un programa de bienestar o se beneficia del presupuesto nacional; ya se elevaron a rango constitucional y están establecidos como derechos de observancia obligatoria; se aplican de abajo hacia arriba, de los más pobres hacia la cúpula de la pirámide poblacional, y, combatir la corrupción y gobernar sin lujo ni frivolidad ha permitido financiar programas sociales, en especial para los más marginados.

La siguiente variable a revisar es que aún queda en una cantidad considerable de la población un resentimiento por la actuación de los pasados gobiernos; recuerden que en la pasada elección presidencial era tal el enojo que la gente decía: ‘no sólo no voy a votar por ellos (llámese PRI, PAN, PRD, empresarios, líderes sindicales y jerarcas católicos), sino que además voy a votar por el que más les duele, por el que más afecte sus privilegios’.

Y a eso se suma la capacidad de Andrés Manuel López Obrador de capitalizar políticamente esas y otras variables; para ello ha optado por un modelo de comunicación encabezado por él en una exposición diaria. Con lo cual ha hecho de su política de comunicación una estrategia encaminada a reafirmar día a día su legitimidad planteando desde sus conferencias mañaneras su visión en todo tipo temas.

Su conferencia mañanera determina la agenda pública, fija los temas de conversación en redes sociales y construye un relato cotidiano de la Cuarta Transformación y desde ahí cierra la pinza de sus programas sociales.

Finalmente, los partidos de oposición no han encontrado el camino para hacer frente a la estrategia del presidente. Por lo que esta propuesta de análisis también debería estar en la mente de los de la corriente contraria a López Obrador.

Tal escenario y sus resultados deberán ser sin duda una voz de alerta para los partidos y grupos de presión opositores al presidente López Obrador. Si en un ambiente adverso, no le pudieron arrebatar la mayoría en la Cámara de Diputados, perdieron gubernaturas y el control de algunos Congresos estatales, ¿que va a pasar si las condiciones del país mejoran?

José Vega Bautista

@Pepevegasicilia

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