Cambia de casa T-Rex del Museo del Desierto

 Da ahora la bienvenida al Centro Metropolitano

Este martes concluyeron los trabajos de reubicación de la réplica del esqueleto fósil del Tiranosaurio Rex que se ubicaba en la entrada del Museo del Desierto, en los que tomaron parte trabajadores del Municipio de Saltillo y personal de la propia institución museográfica, a la glorieta que se localiza justo a la entrada del Centro Metropolitano, en el en el cruce del Periférico Luis Echeverría y Manuel Pérez Treviño.

Dichos trabajos se realizaron con el objeto de revitalizar esa zona y ofrecer a los saltillenses una vista diferente del acceso principal al Centro Metropolitano.

La réplica en mención cuenta con las dimensiones exactas de este reptil terápodo que vivió a finales del período Cretácico, hace 65 millones de años en Norteamérica, y requirió del uso de grúas y transporte especial para su traslado desde el Museo del Desierto a ese punto, donde anteriormente se encontraba un conjunto escultórico.

La estructura daba la bienvenida desde hace 20 años a los cientos de visitantes que diariamente acuden al Museo del Desierto, donde era un ritual obligado para chicos y grandes tomarse la fotografía del recuerdo junto a la misma.

Cabe mencionar que las obras se llevaron a cabo en un tiempo récord, pues de acuerdo con Juan Carlos Mantilla, encargado de comunicación social del museo, el lunes se llevó a cabo el desmontaje y para las 2:00 de la tarde de este martes ya estaba prácticamente ensamblado de nuevo.

“El dinosaurio se empezó a desmontar este lunes para colocarlo a la entrada del Centro Metropolitano, se trata de un proyecto realizado en conjunto por las direcciones de Turismo y de Ecología Municipal de Saltillo y serán ellos en su momento los que den a conocer a detalle los objetivos de estas obras para reubicar el esqueleto en ese punto”, señaló el encargado.

Igualmente, se dio a conocer que la inauguración de esta réplica en su nueva sede se llevará  a cabo el próximo jueves, como parte de la estrategia denominada “Vinos y Dinos”. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)