Seguirá Diócesis de Saltillo actuando con prudencia, ante pronóstico de cuarta ola de COVID

El obispo de Saltillo, Hilario González García, dijo que ante los pronósticos sobre una cuarta ola del COVID-19, misma que se espera este mes de diciembre, la Diócesis de Saltillo seguirá actuando con prudencia y manteniendo el estricto cumplimiento de los protocolos sanitarios tanto en la celebración de las misas como en las actividades que ya fueron autorizadas en una modalidad presencial.

El mitrado destacó que, aunque en la parte social puede observarse un gran movimiento de personas debido al incremento en los aforos y la reanudación de conciertos, eventos deportivos y otras actividades, la labor de las parroquias seguirá llevándose a cabo con cautela, ya que al interior de la Iglesia no hay claridad sobre las implicaciones que tendría una apertura a esos niveles, y los riesgos que significaría esta última para los fieles.

“Si se fijan nosotros seguimos en amarillo, porque no tenemos visto todavía claramente qué significaría un semáforo verde para la iglesia, sabemos del semáforo verde en la sociedad y lo estamos respetando, sin embargo, nosotros seguimos atendiendo los protocolos del 50 por ciento, máximo 350 personas y las actividades que implican convocación física presencial se realizan prudentemente con todos los protocolos”, expuso González García.

“La idea es no desbocarnos, ya que es tiempo de Navidad, donde hay fiestas, celebraciones, Año Nuevo, sigamos siendo prudentes, tal vez no como el año pasado que fue todavía de encierro, pero creo que hemos aprendido lo que significa la protección, el cumplimiento de las medidas sanitarias, y sobre todo el tema de la vacunación, que ha sido muy positivo. En ese sentido, tenemos que seguir invitando a la población a que cuente con su esquema completo”, agregó.

Aseguró que 2022 será un año de transición en el cual se buscará devolver a los fieles a las actividades espirituales de la Iglesia, luego del alejamiento que trajo consigo la pandemia, e indicó que en esta tarea será fundamental el trabajo de los grupos, movimientos y pastorales para que los fieles no dejen de sentirse católicos y pongan los medios adecuados para seguir participando activamente dentro de la Iglesia. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)