UNA TAZA Y DOS DE CULTURA

 HOMBRE DE LETRAS, VÁZQUEZ SOTELO

¿No les pasa que no conocemos a la persona directamente, pero por comentarios o textos suyos surge una admiración y hasta un cariño? Eso me pasó con Alfonso Vázquez Sotelo, con quién nunca cruce más de unas cuantas palabras pero que por su círculo de amigos y conocidos tengo hacía él una admiración, respeto y aprecio. Un hombre que hasta sus últimos suspiros demostró su amor por las artes, principalmente por la lectura.

El primero que me habló del trabajo de Vázquez Sotelo fue el ex secretario de Cultura, Armando Guerra Guerra, quién alguna vez manifestó el gran interés que Alfonso mostró por realizar proyectos culturales, dejando ver que hacía más personas como él para que como sociedad avanzáramos de la mano de las artes.

Años después por Victoria Anaid, diseñadora gráfica y actriz, me comentó que colaboraba con el maestro en diversos proyectos, mostrando respeto y admiración cuando hablaba de él. Al tiempo narraba como siempre que lo visitaba o trabajaban en conjunto en un proyecto salía con ganas de aprender más sobre tal o cual autor o autora literaria, además decía que Vázquez no era el cliché de señor que presumía todo lo que había leído, al contrario, se preocupaba porque otras personas conocieran y aprendieran junto con él.

Al tiempo tuve el honor de compartir espacios en medios de comunicación, siendo un gusto siempre leer su columna además de escuchar las diversas colaboraciones que tenía en los medios de comunicación. Siempre dejando con ganas de leer lo que nos compartía. Siempre mostrando su sencillez y amor hacía su trabajo.

La cultura en sin duda una gran aliada para formar personas de bien, que luchen por una sociedad más fuerte y solidaria. Esto lo sabía muy bien el maestro Alfonso Vázquez, que a lo largo de su trayectoria y en las distintas trincheras en donde colaboró, cómo lo fue en la Universidad Autónoma de Coahuila, pugnó por desarrollar proyectos culturales en beneficio de las y los coahuilenses, principalmente desde la literatura. Ante su perdida las y los coahuilenses perdimos un gran gestor cultural.

Alfonso, me dicen y no tengo duda, siempre se caracterizó por ser una persona amable y comprometida con la cultura, la enseñanza y la lectura, con más de 50 años de trayectoria. Sin perder el piso en ningún momento, entregando su vida a las letras.  Él nos deja sin duda la tarea de seguir trabajando cultura y sociedad para forjar un mejor mañana.

Alfonso Vázquez Sotelo dejó este mundo terrenal el pasado mes de mayo. Un gran hombre, que durante su vida se entregó al mundo de las letras y fue pilar de proyectos tan importantes como la Feria del Libro. No habrá mejor forma de brindarle honor que siguiendo su ejemplo y legado.

Autor

Sergio Arévalo