EN EL TINTERO

Asignatura reprobada

La inclusión educativa en México es en estos momentos una asignatura reprobada para la 4T, pues de acuerdo a un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), los efectos de la pandemia por Covid-19 y la falta de estrategias entre otros factores, provocaron que, en 2021, 15.7 millones de mexicanos de entre cero y 22 años no estén inscritos en educación inicial, preescolar, media superior o superior.

Considerando la aprobación de presupuestos, el CIEP concluye que se estima que para integrar a esta población, se requerirían entre 0.7 % y 1.7 % del PIB adicionales a lo propuesto en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2022.

“Con base en el gasto por alumno por nivel, se estima que se requerirían entre 188 mil millones y 440 mil millones de pesos para integrar a la población que no asiste a esos niveles educativos. Sin embargo, el PPEF 2022 plantea gastar 3.1% del PIB en educación, la proporción más baja en los últimos siete años”, destaca el documento.

Es evidente que, la estrategia de Aprende en casa, establecida durante la pandemia por Covid-19, no logró llegar a todos los alumnos y no hay evidencia de su efectividad en el aprendizaje de los estudiantes.

A lo anterior, añádale que no se han destinado recursos federales para mejorar la infraestructura de las escuelas, lo que no ha permitido que los estudiantes puedan regresar a las aulas. Hablamos de aquellos de sectores vulnerables que no tienen televisión, mucho menos con un teléfono celular, computadora o internet.

El gobierno federal anunció hace varias semanas que todos los estudiantes deberán regresar a la escuela ya en estas fechas; sin embargo, tampoco se ha ocupado de fortalecer el sistema educativo mediante un modelo que atienda las necesidades de esta nueva normalidad que ha integrado las plataformas digitales como una herramienta básica.

Tampoco se ha ocupado de garantizar inmunidad a los docentes contra el Covid-19, quienes sin ser consultados, pero prácticamente sí obligados, les aplicaron la vacuna de Cansino, un biológico de baja efectividad que podría estar a punto de concluir su inmunidad.

Ahora ante el reclamo del gremio magisterial, el gobierno federal se hace de la vista gorda y olvida su obligación con todos los ciudadanos. Algo entendible, pues no solo a los maestros les ha quedado a mal, sino a un importante número de rezagados y a millones de niños y jóvenes de ente 12 y 17 años que por estar sanos se les ha negado la vacuna de Pfizer.

Al presidente López Obrador y a la militancia de Morena, se les olvidaron aquellos tiempos donde criticaban al gobierno y al poder, pues, ahora, allá arriba, cualquier cuestionamiento viene de los neoliberales y conservadores, aquellos que si no están con el presidente están contra él.