Con conferencias, buscan alejar a saltillenses de prácticas de brujería y hechicería 

A fin de prevenir la práctica de la brujería y hechicería que en su opinión cada vez es más frecuente entre la ciudadanía saltillense, el padre David Ernesto López Ramírez, vicario de la Catedral de Santiago, organizó el ciclo de conferencias gratuitas «El Ocultismo: El Engaño del Fuego que no Quema», cuyas siguientes emisiones se realizarán el 14, 21 y 28 de octubre, a las 7:00 de la tarde, por medio de la página de Facebook «Santo Cristo Saltillo».

Respecto a su programa, el religioso recordó que la primera ponencia que impartió se realizó este jueves bajo el tema «El Problema del Mal», cuya retransmisión está disponible por la citada página, al tiempo que adelantó que en las tres fechas restantes las conferencias por día serán «La Falsa Solución de la Magia», «Los Cuatro Asesinos Ocultos del Esoterismo» y «Existe una Esperanza: Jesús de Nazareth», respectivamente.

Asimismo, remarcó que entre las afectaciones para las personas que al no encontrar una solución concreta a sus problemas y alejados de la fe recurren a supuestos brujos o hechiceros para obtener alternativas como rezos, limpias, amuletos, hechizos y embrujos se encuentran el gasto desmedido de dinero por pagar por sus «servicios» y hasta la generación de padecimientos emocionales y psicológicos.

«Van a panteones, van con brujos. Las personas por una solución fácil ante una problemática buscan estas alternativas que desafortunadamente terminan por hundirlos más (…). Esto lo vemos muy reflejado, lo podrán decir profesionales de la salud mental, cada vez más en personas con perturbaciones, con miedos, con tristezas y en el fondo están precisamente estas acciones», dijo este domingo en entrevista con medios.

Por último, enfatizó que desde una perspectiva católica la brujería y la hechicería, ya sea en su ejecución o creencia, representa un pecado.

«Es un pecado ante la fe. El pecado por exceso es cuando se cae en la superstición (que termina) en perturbaciones mentales, se pierde mucho la paz, la tranquilidad». (OMAR SOTO / EL HERALDO)