A LA BÁSCULA

La firma del acuerdo que suscribieron este jueves en las instalaciones de la Ibero Laguna los gobernadores de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís, y de Durango, José Rosas Aispuro Torres; el director general de Conagua, Germán Martínez Santoyo, y el representante de la Segob, con los integrantes de la asociación Prodenazas, significa no el fin, sino el inicio de un largo camino por recorrer, como lo puntualizó el mandatario duranguense.

Quién supone que el arranque del programa Agua Saludable para La Laguna que esté viernes pondrá en marcha el presidente Andrés Manuel López Obrador, significa que la defensa de nuestro río ha terminado, se equivoca, de la misma manera que durante todo el proceso se equivocó el ineficiente director de Conagua, quien todavía en la ceremonia de la firma del convenio volvió a repetir que la promoción del amparo era en contra del proyecto presidencial, lo que es una falacia y él lo sabe, o quizá ni cuenta se dio y por eso le allegó información equivocada al Presidente.

En sus intervenciones, cada uno mostró lo que realmente pensó todo el tiempo acerca del proyecto. Rosas Aispuro reconoció que esto apenas comienza, que falta mucho camino por recorrer, y reconoció la labor de los ambientalistas que defendieron con un interés auténtico el último tramo vivo de nuestro río.

Riquelme Solís recordó la postura que fijo desde el primer día que el Presidente vino a presentar el proyecto, cuando puntualizó que la socialización del mismo y el diálogo, sería fundamental para que todo pudiera caminar correctamente.

Y refirió lo dicho entonces, que a los laguneros nadie nos ha regalado nada, que todo lo que tenemos ha sido producto del esfuerzo, el teson y el trabajo, «y por eso lo poco que tenemos lo defendemos con todo», y reconoció abiertamente la labor realizada por los ambientalistas de Prodenazas ahí presentes.

El presidente de la asociación no se quedó con las ganas y dijo con todas sus letras que todo esté proceso se dio en medio de un ambiente hostil, de parte de funcionarios, empresarios y hasta de medios de comunicación, «afortunadamente no de todos», subrayó, y recordó para los que todavía no terminan de entenderlo, que el amparo no fue en contra del proyecto presidencial, sino para defender el área protegida del Cañón de Fernández.

Finalmente aunque en posiciones diferentes, todos coincidieron en que la lucha de las partes buscaban un fin común: que los laguneros tengamos acceso al fundamental derecho de contar con agua limpia en cantidad y calidad, pero sin atentar contra nuestros ecosistemas ni el medio ambiente.

La puesta en marcha de Agua Saludable para La Laguna este viernes por parte del Presidente, no significa que los laguneros dejaremos de luchar por nuestro río. Será en otras arenas, y el tesón será permanente, hasta lograr que finalmente se atiendan las causas y no los efectos, de la sobreexplotación de nuestros acuíferos, tema que Martínez Santoyo y el Gobierno Federal se negaron a tocar.

Porque, tenemos que decirlo las veces que sean necesarias aunque a algunos les moleste incomode, este proyecto no frenará  la voracidad de quienes por la fuerza construyeron la cuenca lechera más grande del país, aunque en su intento hayan afectado a todos los habitantes de está región.

Y lo han hecho gracias a la complicidad, índolencia, irresponsabilidad o complicidad -o quizá todo junto- de la dependencia responsable -es un decir- del manejo del agua subterránea y ‘rodada’, en La Laguna.

El proyecto va, pero la defensa de nuestro río también. Esto no se acaba, hasta que se acaba.

 

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@JulianParraIba