A LA BÁSCULA  

Agua saludable sí va 

Integrantes del colectivo Prodefensa del Nazas informaron en conferencia de prensa que iniciaron el proceso de desistimiento del juicio de amparo que se promovió con la finalidad de evitar en lo máximo posible, el impacto ambiental que provocaría la construcción de la presa derivadora en el polígono del área natural protegida del Cañón de Fernández, como parte del proyecto presidencial ‘Agua saludable para La Laguna’, por lo que una vez que el juez lo considere procedente, la obra podrá iniciar sin mayores contratiempos.

De hecho, este mismo lunes, la alcaldesa morenista de Gómez Palacio, Marina Vitela Rodríguez, confirmó que será este viernes, cuando se realice la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a La Laguna, para dar el banderazo oficial del inicio de la obra en la que, de acuerdo a lo estimado, se invertirán más de 11 mil millones de pesos.

De acuerdo con los integrantes de Prodenazas, la decisión de promover el desistimiento ante el Juzgado Séptimo de Distrito se dio tras llegar a una serie de acuerdos que quedarán asentados en un documento vinculante, mismo que será signado en las instalaciones de la Universidad Iberoamericana de Torreón –en fecha por definirse- por los gobernadores de Durango, José Rosas Aispuro; de Coahuila, Miguel Ángel Riquelme Solís; y el director general de Conagua, Germán Martínez Santoyo.

El daño en la zona donde se construirá la presa derivadora y zonas aledañas sigue latente, aunque con base en los acuerdos, se pretende que éste sea mínimo, además de que se deben establecer las medidas de restauración que se requieren para ello, lo que no estaba considerado dentro del estudio de impacto ambiental presentado en primera instancia por la Comisión Nacional del Agua.

Según se explicó, los acuerdos que quedarán plasmados en el documento, se asegurará que el volumen de agua de estiaje que fluye por el Nazas todo el año después de que se cierran las compuertas de la presa Francisco Zarco, se mantenga y se garanticen las condiciones mínimas para que este último tramo vivo del río no se deseque, como ya ha ocurrido en los tramos e San Fernando a La Laguna de Mayrán, y de los Puentes Cuates a San Fernando.

Con ello, se dice que se asegura la vida social y económica de los ejidos ribereños que se benefician con estos volúmenes de agua que se generan por los escurrimientos naturales de la presa. La Conagua, se afirma, aceptó y se comprometió a respetarlos. De hecho, otro de los compromisos es que la dependencia federal contratará los servicios de especialistas en humedales continentales, independientes, y que sean quienes dicten las directrices a seguir y sean vigilante de que el impacto sea mínimo y las medidas de remediación mayores.

Otro de los puntos establecidos en el acuerdo es que el Observatorio Socio-ambiental de la Universidad Iberoamericana de Torreón, funja como observador de manera honorífica, de las acciones de mitigación y remediación de las obras que se realicen dentro del polígono del área protegida del Cañón de Fernández.

De igual forma, los integrantes de Prodenazas advirtieron que se seguirán manteniendo vigilantes de que se cumpla con el acuerdo por firmar, y seguirán defendiendo y cuidando el capital natural de la Comarca Lagunera.

Quienes integran el colectivo Prodenazas, todo el tiempo desde que se declaró procedente el amparo, tuvieron que soportar los embates desde el oficialismo, de un sector empresarial a través de las redes sociales y algunos medios formales. Durante todo este tiempo fueron ‘vendidos’ ante el colectivo, como enemigos del gobierno, enemigos del proyecto y de que la gente tuviera acceso a agua libre de arsénico para consumo humano.

¿Y quiere que le diga una cosa? Nunca desde el inicio del proceso, hubo una voz, una sola, que se manifestara en contra del proyecto como lo quiso hacer creer el gobierno. El amparo promovido por Prodenazas, era para impedir el daño dentro del área natural protegida. Con base en discusiones, diálogos y consensos, accedieron a desistirse del amparo, por lo que la obra podrá caminar sin mayores contratiempos, de acuerdo con el proyecto presidencial.

Con todo, queda un dejo de amargura, porque ni el presidente, ni la Comisión Nacional del Agua, mostraron el mínimo de voluntad para atacar la raíz del problema: la sobreexplotación de los mantos acuíferos, la ineficiencia y tráfico de las aguas superficiales, provocado todo esto por la omisión de la Conagua, por la tolerancia, por desconocimiento o por intereses.

Ojalá que con el paso del tiempo este proyecto no termine por ser un balazo en el pie de los laguneros. Ojalá que, como lo hemos insistido en varias ocasiones, las próximas generaciones no conozcan del paso de un río urbano por nuestra región, sólo por pláticas de los adultos, videos o fotografías. Ojalá.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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