DANIEL ORTEGA: EL DICTADOR RECICLADO NICARAGÜENSE

Por allá de 1937, en Nicaragua llegó al poder el General Anastasio Somoza García, quien sumó 16 años al frente del país. Era uno de esos políticos cuya megalomanía caciquil era tan estratosférica que llegó a decir que “él sólo tenía una hacienda llamada Nicaragua”.

Como en muchas dictaduras, acarreó tanto odio, hasta que un opositor radical lo baleó. Y aunque sobrevivió a los 4 tiros del revolver calibre 38, no libró una operación fallida para extraerle una bala. Como buen tirano logró heredar el cargo a su hijo Luis Somoza Debayle, quien murió de un paro cardiaco y posteriormente su hermano Anastasio Somoza Debayle, asumió las riendas del negocio familiar.

Para el reinado del tercer Somoza, ya se había formado un grupo político de izquierda guerrillero llamado el Frente Sandinista de Liberación Nacional, que fue nombrado así en honor a Augusto Sandino, un revolucionario anti-yanqui que fue asesinado por Anastasio Somoza padre. Pero el error más caro de Anastasio Somoza hijo, fue mandar matar a Pedro Joaquín Chamorro, un periodista opositor dueño del periódico La Prensa. Esto unió a los moderados con el Frente Sandinista. Para 1979, lograron deponer a Somoza Debayle, quien se exilió en Paraguay donde fue acribillado por el Frente Sandinista. El que a hierro mata, a hierro muere.

Con el fin de la dinastía Somoza, se integró una junta de gobierno en la que estaban Violeta Barrios, la viuda de Chamorro y Daniel Ortega, quien posteriormente fue electo presidente por primera vez en 1984. De ahí Doña Violeta lo sucedió y después de un par de presidentes, regresó Daniel Ortega en 2006 y desde entonces no suelta la silla.

Ortega se ha vuelto el tipo de dictador contra el que alguna vez luchó, pero a diferencia del pasado, el terror político se ha apoderado del país. Nicaragua tendrá elecciones en noviembre próximo, en las que Ortega y su esposa, que es su vicepresidenta, estarán en la boleta. Pero para hacerse las cosas más fáciles, han detenido al menos a 34 opositores, de los cuales, siete son precandidatos. Una de ellos es Cristiana Chamorro Barrios, hija de Pedro Joaquín Chamorro y la expresidenta Violeta Barrios.

Todo esto es cortesía de la Ley 1055 también llamada “Ley de Soberanía” que habilita al gobierno, léase Ortega, a detener a cualquier opositor que sea sospechoso de ser traidor a la patria y echarle 15 años de cárcel, nomás por sus pistolas.

Obvio el Foro de Sao Paulo salió en defensa de Ortega que aspira a completar 20 años en el poder. Después de esta crisis, vendrá otra postelectoral, porque un dictador sólo va a las urnas cuando sabe que tiene todo arreglado para ganar. Al tiempo.


Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael