Personas no vacunadas tienen 11 veces más probabilidades de morir por COVID

 (Xinhua/Str) (da) (ra) (vf)

Las vacunas contra el COVID-19 siguen siendo altamente efectivas contra las hospitalizaciones y la muerte, incluso aunque la variante Delta, que es más contagiosa, se propaga rápidamente en Estados Unidos, según estudios dados a conocer este viernes.

Un estudio dio seguimiento a más de 600 mil casos de COVID-19 en 13 estados desde abril hasta mediados de julio. A medida que la variante Delta se extendía a principios del verano, los que no estaban vacunados tenían 4.5 veces más probabilidades de infectarse que los completamente vacunados, 10 veces más probabilidades de ser hospitalizados y 11 veces más probabilidades de morir, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), según publicó El Financiero.

“La vacunación funciona”, dijo el viernes la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, en una sesión informativa en la Casa Blanca. “La conclusión es la siguiente: tenemos las herramientas científicas que necesitamos para darle la vuelta a esta pandemia”.

Pero como han mostrado datos anteriores, la protección está disminuyendo: era de 91 por ciento en la primavera y de 78 por ciento en junio y julio, encontró el estudio.

Los casos de contagios en personas completamente vacunadas representaron el 14 por ciento de las hospitalizaciones y el 16 por ciento de las muertes en junio y julio, casi el doble que hace unos meses.

Este aumento no sorprende: nadie dijo que las vacunas fueran perfectas y los expertos en salud advirtieron que a medida que más estadounidenses se vacunaran, representarían una fracción mayor de los casos.

Walensky dijo el viernes que más del 90 por ciento de las personas hospitalizadas por COVID-19 en el país no están vacunadas.

Los CDC publicaron otros dos estudios el viernes que indican una protección menguante para los adultos mayores.

No está claro si los cambios observados a lo largo del tiempo se deben a que la inmunidad está disminuyendo en las personas que se vacunaron por primera vez hace muchos meses, a que la vacuna no es tan efectiva contra Delta o a que gran parte del país abandonó los cubrebocas y otras precauciones justo cuando la variante más contagiosa comenzaba a extenderse.

Pero las autoridades de salud tomarán esto en cuenta para decidir si los estadounidenses necesitan un refuerzo de vacuna y qué tan pronto después de su última dosis. La próxima semana, los asesores de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) debatirán públicamente la solicitud de Pfizer para ofrecer una tercera dosis. (EL FINANCIERO)