EXTINCIÓN Y FLORACIÓN

No solo los animales pueden desaparecer de nuestro planeta, también los árboles y plantas.

La corresponsal de Ciencia y Medio Ambiente de la BBC, Helen Briggs, informó este primero de septiembre que uno de cada tres árboles del mundo enfrenta la extinción y la amenaza incluye a la mitad de todas las especies de magnolias y árboles de madera tropical.

Sus datos provienen del informe Estado de los árboles del mundo, realizado por Botanic Gardens Conservation International que tiene su sede en Kew, Londres, y alerta que al menos el 30 por ciento delas 60 mil especies de árboles conocidas, está cerca de desaparecer; 442 de ellas tienen hoy, menos de 50 árboles.

Las 17 mil 500 especies de árboles en riesgo, equivalen al doble del número de mamíferos, aves, anfibios y reptiles amenazados; y pide protegerlas.

Según el doctor Malin Rivers, jefe de la investigación, por primera vez se sabe qué especies requieren conservación, sus principales amenazas y su ubicación.

Y el peligro de su extinción, dijo, influirá a la humanidad entera “porque para un mundo saludable es necesaria la diversidad de especies arbóreas, ya que cada una tiene un papel ecológico único que desempeñar.”

En los últimos 300 años, la superficie forestal mundial, ha disminuido en aproximadamente un 40 por ciento y 29 países han perdido más del 90 por ciento.

Los humanos usamos una de cada cinco especies forestales como alimento, combustible, madera o medicamentos; por lo que la tala para conseguirlos es una de las mayores amenazas.

La que se da para pastoreo, agricultura o ganado, afecta al 29 por ciento de las especies, la industrial al 13 por ciento y los incendios acaban con otro 13 por ciento.

Son “amenazas emergentes”, el cambio climático, el clima extremo y el aumento del nivel del mar.

Las especies en mayor riesgo son los grandes dipterocarpos, nombre de raíces griegas que significa «fruto con dos alas», del sudeste de Asia, debido a la expansión de las plantaciones de aceite de palma; los robles perdidos a causa de labores agrícolas e industriales, en partes de México, Chile y Argentina; árboles de ébano y palo de rosa cortados para obtener madera, en Madagascar; magnolias, en islas del Caribe; y árboles plagados y enfermos en el Reino Unido y América del Norte.

Además, debido a la contaminación están muriendo árboles boreales; porque la nata oscurece la atmósfera del Ártico, impidiendo el paso de los rayos del sol, frenando la fotosíntesis y evitando que crezcan los renuevos.

El principal responsable es el complejo minero de Norilsk, Siberia, que arroja a la atmósfera millones de toneladas de dióxido de azufre que han matado la taiga, superficie principalmente de coníferas que superaba a la selva amazónica en extensión, en decenas de kilómetros

Autor

Teresa Gurza